Propósitos para el año nuevo:
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Dejar de fumar
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Apuntarme al gimnasio
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Empezar una colección
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Hacer dieta
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…
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Ser mejor persona
No sé bien en qué consiste eso de ser mejor persona. Se lo oigo decir a mucha gente y por norma general se refieren a no enfadarse tanto con los hijos, o con el marido, o con la suegra; o a no tener tan mal genio en el trabajo, o cuando te llevan la contraria; o a ceder un poquito en la toma de decisiones, y ser más flexible.
Yo pienso que mejor sería quizá tratar de dejar de ser mala persona, que se le parece, pero no es lo mismo, y aprender a separar el grano de la paja y a distribuir equitativamente las responsabilidades; es como lo que antiguamente se llamaban pecados de omisión, a los que no echaba cuentas ni el tato porque mientras no haga de manera directa nada malo… A saber: no robo, no mato, ni me acuesto con mujeres impuras, luego, soy la leche.
Propósitos para el año nuevo:
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No repetir el mantra de que los inmigrantes vienen a quitarnos el curro y que no puede haber papeles para todos, como si tuvieran menos derechos que yo o fueran personas de segunda.
En caso de cagarla y repetir el mantra, echarle un ojo a mi móvil con coltán del Congo que ha provocado una guerra civil promovida por transnacionales de Occidente que ocasionó en seis años la friolera de casi cuatro millones de muertes; a mi ropa de Inditex y mis zapatillas Adidas, made in Bangladesh o Vietnam, productos del trabajo esclavo, incluidos niños y niñas; a mi cafelito de por las mañanas o media tarde, procedente de la explotación intensiva de tierras y de la expulsión del campesinado en el África Subsahariana o en América latina; o a mi cuenta bancaria, en la Caixa, BBVA, el Santander… que invierten mi dinero en empresas de armamento que luego exportan a esos países de los que me da tanto coraje que la gente venga. Todo por un bien, ¿eh?, no vaya a resultar que sus recursos sí que puedan entrar libremente sin muros ni gaitas, pero ellos, no.
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No tratar a los pobres como si fueran apestados sociales que no quieren trabajar y que viven del cuento y de las ayudas sociales.
En caso de cagarla igualmente y tratarlos así, echarle un ojo al sueldo de tu jefe, ese que no te da vacaciones ni asuntos propios, que te mangonea tus derechos laborales y que te hace trabajar horas extras gratis porque a final de mes no puede ganar menos de 4.000 euros limpios; o al presupuesto en Defensa (no sé de quién leñes nos tenemos que defender), que él solito daría para aumentar la inversión en educación, sanidad y hasta para una renta básica universal a toda la ciudadanía; o a los sindicatos mayoritarios, esos que pactaron el despido a 22 días por año trabajado y los contratos en prácticas. No vaya a resultar también que te creas que la culpa de tus condiciones laborales y de tu sueldo de mierda la tienen los pobres.
Feliz 2019, que se dice, para los inmigrantes, para los excluidos, para las malas personas como yo que tratan de serlo menos.