Los momentos rodeados de personas queridas y que te quieren siempre son hermosos, más allá de las circunstancias en las que se produzcan.
Gracias a todas las que me acompañaron en la presentación de mi primer poemario, incluso sin ser demasiado amantes de la poesía.
Gracias a quienes sí lo eran, y aún sin conocerme, amaron mis creaciones y me lo hicieron ver.
Gracias especiales, una vez más, a Mercedes Gallego, por estar siempre.
Y gracias a quienes inspiraron los poemas. Sin ellas sí que no hubiera existido el más mínimo acto de presentación.