las deshonrosas cápsulas de café de ‘comercio justo’ de Nestlé al tiempo que el grueso de su flota ayuda a mantener en la miseria a veinticinco millones de familias productoras de grano
la soja biológica en ingredientes pero explotadora contundente de pobrezas y de medio ambiente
el insultante porcentaje dedicado a causas sociales que anuncian a bombo y platillo si compro noséqué cosmético que cuesta una pasta gansa en virtud de otro noséqué
la eufemística congelación de salarios de ministros, eurodiputados, presidentes cuyos sueldos rondan los sesenta y cinco mil euros brutos al año (sin complementos)
los médicos fumadores que me adoctrinan sobre los graves riesgos para la salud que conlleva proseguir con una dieta vegetariana
los veinte millones de euros donados a Cáritas Española por Amancio Ortega gracias a los beneficios empresariales obtenidos gracias a subcontratas que explotan niños en Bangladesh
que Cáritas lo haya aceptado
la ilusoria Responsabilidad Social Corporativa que se inventan en Coca-Cola, Endesa, McDonald’s…
los trescientos, quinientos, setecientos euros desembolsados por un pedigrí mientras cada día sacrifican decenas de sin-raza en las perreras
que informen de la existencia de una huelga y hasta de la supuesta violencia de quienes convocan pero olviden anunciar la causa que apoyan
Me jode mucho
la solidaridad impostada de los insolidarios de costumbre
la embustera austeridad de los que nada les falta
que se permita la falsedad, la falacia, la estulticia y haya que pagar por un puto sello lo que no se exige a los conservantes ni colorantes artificiales E nosécuántos
la coherencia de los incoherentes exigida sólo a lo ajeno
nuestro absurdo antropocentrismo que nos eleva a la categoría de nefandos guardianes del resto de especies
el sesgo voluntario y preciso de quien tiene la obligación de informar
Y aprecio desde las entrañas
la insolidaridad sufriente del que lucha por un cambio
la donación ínfima del pobre
la verdad, el compromiso, la inteligencia que no hace justificar lo injustificable aunque caiga uno mismo
la dolorosa incoherencia de los que luchan por ser coherentes
que se le perdone la vida a una mosca, simplemente por que sí
la obligada denuncia de la mentira, del fraude, de la manipulación…
Y saltarse la ley, aunque sea a trompicones, cuando va contra la conciencia