Concierto Acpacys

     No nos regodearemos mucho con los múltiples problemas técnicos -entre ellos el de pasarnos una hora antes de la apertura de puertas tratando de que funcionaran los micros-. Una gozada. Como los indios me lo pasé, más allá de que en el escenario, en virtud de un monitor de lo más peculiar sólo escucháramos mi guitarra base.

     Lo mejor, lo irrepetible, lo inclasificable fue el público: personas afectadas con parálisis cerebral y un grupito de refugiados provenientes de Marruecos, Argelia, Eritrea, Siria, Ucrania… Ni los Rolling tuvieron un público tan internacional, aunque en nuestro caso fuera por causas nada agradables.

     Y las amistades de toda la vida, las que nos escucharon cunado casi ni se nos escuchaba. En casas okupas, en actividades de barrios en exclusión…

      Unas fotos, unos fragmentos y un tema casi enterito; al menos para que os hagáis una idea quienes no pudisteis asistir. De esa os librasteis.