No se establece una dictadura para salvaguardar una revolución; se hace la revolución para establecer una dictadura. «1984» (1949, George Orwell)
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«Blacksad» (2000)
Hay obras que están destinadas a elevarse muy por encima del arte y del género al que pertenecen y que son capaces, de forma omnímoda y solo al alcance de genialidades, de unificar los criterios de crítica y público como si hubieran sido convenidos a participar de un golpe a un aplauso unánime.
«Blacksad» es, sin la más mínima duda, una de esas obras. Englobada dentro de la novela gráfica, las aventuras del detective John Balcksad, creado por Juan Díaz Canales, al guión, y por Juanjo Guarnido, a los lápices, han de ocupar un lugar de honor en las estanterías de cualquier amante del cómic, de la literatura o del arte en general, y su influencia inmediata en cómics similares protagonizados por animales antropomorfos ha sido más que evidente: la notable serie «Grandville», del británico Bryan Talbot compuesta también de cinco números, puede servirnos de ejemplo.
Repartida en cinco volúmenes independientes creados entre 2000 y 2013, lo que se inicia como un reconocido, sentido y obvio homenaje a la novela negra de las décadas de los años 30-40 del pasado siglo y, de manera concreta, a Raymond Chandler y al detective por antonomasia Philip Marlowe, deviene a partir de un segundo volumen exquisito, Arctic Nation, en una colección imprescindible, de una belleza tan terrible como evocadora y muy difícil de describir habida cuenta de esa falta habitual de condescendencia con el lector de la que siempre ha hecho gala el Noir. Sigue leyendo
«Emigrantes» (2006)
Shaun Tan es un genio; puedo decirlo yo y que me hagáis caso, en un ataque irracional de confianza por parte de quienes leéis estas líneas, pero basta echar un ojo a su obra –ya sea medio bizco o con lupa– para que caigan de un plumazo todas las reservas. Además es un genio desde hace años, lo cual es decir mucho, pues no llega aún a los 45 años, pero como se estira poco, no creo que sus trabajos vayan a inundar nunca páginas webs ni artículos sobre ilustración o novela gráfica a pesar de los numerosos galardones que ha recibido a lo largo de su carrera profesional.
Shaun Tan, aunque no lo parezca ni por nombre ni por facciones, es de nacionalidad australiana, pero de padre japonés, y desde bien zagal le dio por escribir y hacer garabatos, así que con el beneplácito de sus padres –fieles amantes ambos del arte y de la libertad expresiva de los infantes– olvidó gracias a Dios su posible carrera de ciencias para concentrarse en el dibujo y en la escritura. Y así, poco a poco, este escritor, ilustrador, dibujante, diseñador y director de cine de animación fue demostrando que podía desenvolverse con absoluta soltura en cada palo que tocaba. De los últimos pinitos, la creación y dirección de un corto de animación basado en una obra suya, «La cosa perdida», que ganaría el Oscar en 2011. Tan bueno el tipo, que hasta Pixar decidió contar con sus servicios para algunos diseños de la película WALL·E.
A Tan siempre le ha dado un poco de coraje lo de encorsetar el arte. Él mismo señalaba en una entrevista que no entendía muy bien la clasificación de sus primeros libros ilustrados como literatura infantil, cuando en referencia a sus cuadros e ilustraciones surrealistas a nadie se le había ocurrido ponerles coto. Y ciertamente, admirando sus trabajos, como el maravilloso cuento «El árbol rojo» (2001), tal epíteto sería como meterle la cuña de infantil a la magna obra simbólica y política «Alicia en el país de las maravillas»; y hacerle una crítica despiadada bajo esos supuestos. Sigue leyendo
«Filmish: un viaje gráfico por el cine» (2017)
Es más que probable que “Filmish” no vaya a engrosar las listas de los mejores cómics de la historia. Ni del año. Puede también, quizá con menos margen de probabilidad, que no lo mencionen jamás en los regueros de tinta que se han publicado sobre el séptimo arte. Sí, es muy posible. Y es que “Filmish” es un tanto inclasificable, porque sería de lo más naif referirnos a ella como novela gráfica, y al mismo tiempo sería poco apropiado considerarla un ensayo sobre cine.
¿Qué es entonces “Filmish”? La obra de un dibujante al que le apasiona el mundo del celuloide y su historia y es capaz de interpretarla y compartirla aportando unos puntos de vista peculiares y que, a más de un purista, le pueden resultar cuanto menos controvertidos.
No es mi caso, ni mucho menos, fiel amante como soy de ambas artes, tal vez porque desde hace años me dio por replantear determinados discursos mayoritarios y hacer una lectura alternativa del modelo social y cultural que nos hace normalizar y asumir conceptos de lo más rocambolescos. Y las lecturas alternativas, si uno es capaz de salir de su zona de confort, casi siempre han resultado soplos de aire fresco y modelos para determinados cambios de paradigma. Sigue leyendo