El dogma de la Inmaculada Constitución

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Democracy Nowaday, by sujawoto

    Pues vaya, me volví a equivocar. Un año más. Mira que lo intento, me lo propongo al principio de cada mes de diciembre; tirar de memoria sin tener que recurrir al calendario, pero nada, que soy cerril y no hay manera de meterme por vereda. Por más que sea católico y todo.

    Pero volvieron a tocar las campanas a rebato a principios de la semana pasada; en labios de mi compañera.

    –Entonces, ¿el miércoles tenemos que ir a tocar a la misa?

    Se me abrieron los ojos como platos. No se me cayeron de las cuencas de purito milagro. Nuevamente en un brete. Y no porque sea yo muy constitucionalista, tanto como para convertirla y todo en día de precepto, sino porque, un año más, no tenía pajolera idea de si el día seis era el de la Inmaculada o el de la Constitución. Si es que los ponen tan pegaditos uno al lado del otro.

    –Pero… el seis, ¿qué día es, la Constitución o la Inmaculada?

    Menos mal que de despistes andamos sobrados ambos y eso rebaja siempre tu percepción de autoestupidez, porque ella tampoco tenía ni idea.

    No es cuestión de descojonarse, porque la cosa no es tan fácil de distinguir ni para un experto ni para un tipo como yo que se pasa un buen rato cada día echando un ojo a las noticias. A saber. Sigue leyendo

Jabato

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Dog, by truth-truth

    Amanecíamos hace pocos días con la noticia de que, en el Parlamento Británico, los señores y señoras diputadas habían votado que los animales (no humanos, que también el homo sapiens es un bicho) no eran seres sensibles, es decir, que no son capaces de sentir dolor entre otras cosas. Los motivos que pueden esgrimirse para tamaña barrabasada científica han sido varios, pero tampoco hay que espantarse habida cuenta de que en diversos estados de EE.UU. se sigue estudiando en las escuelas públicas tan ricamente el creacionismo.

    El caso es que con este tipo de cuestiones quedan claras dos cosas, o al menos una de las dos: que esos personajes que se sientan en sus banquillos de la Cámara no tienen mascotas y nunca se han relacionado con otras especies –que sería la opción menos mala– o que quienes no muestran sentimientos son ellos –la opción peor y más probable–.

    Numerosos estudios científicos van mostrando con mayor claridad la sensibilidad del mundo vegetal y su reacción ante determinados estímulos, aunque carezcan de sistema nervioso central, y van estos representantes de la ciudadanía a decir que si le pegas una patada a un perro chilla porque no tiene otra cosa que hacer. Así nos va. Sigue leyendo

Dos orejas

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Sculpture by Couleur

     Hay ocasiones, del todo indescriptibles y que únicamente pueden ser comprendidas en su totalidad si son vividas en primera persona, en las que todos aquellos detalles que siempre ha visto uno como inutilidades semana tras semana cobran sentido.

 

     En una cultura capitalista marcada por el utilitarismo, en la que parece que lo único que resta es acogerse a la máxima de vales tanto como me puedas aportar económicamente o donde las necesidades sólo lo son si van impresas en un cheque al portador lleno de ceros a la derecha, redescubrir que siguen existiendo infinidad de aspectos que sólo son cuestión de actitud, que están al alcance de todo el mundo y que hacen, humanamente, el mismo bien que un billete de 500 euros te pone en tu sitio y consigue que te enfrentes a tus propias sandeces, que suelen estar muy preocupadas por lo accesorio, aunque parezca no serlo.

     Victoria tiene treinta y pocos años. Llevaba poco más de un año sin acercarse a la oficina de Cáritas. No lo necesitaba, porque la cosa iba de lujo (por más que su concepto de lujo ande bastante alejado de lo que suele entender la clase media). Pero a su marido le habían detectado cáncer de uréter hace varios meses, mientras estaba trabajando de encofrador. Tuvieron que operarlo de urgencia y en medio del desastre se le acabó el contrato y ahora sólo está cobrando una ayuda ínfima de la Seguridad Social hasta que el equipo médico valore si puede seguir trabajando (lo más probable, aunque no sea probable que lo haga) o le conceden la incapacidad. La paga es de poco más de 200 euros, tienen dos hijos menores y en breve, tras terminar las sesiones de quimioterapia, tendrá que entrar de nuevo en quirófano por unas complicaciones tras la primera operación. Ni que decir tiene que deben varios recibos de luz y de agua y que apenas tienen para alimentación. Sigue leyendo

Elogio de la debilidad*

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«Blame the system not the victim», by Peter

     Justo a mediados de los 60, el sociólogo William Ryan vio publicada su obra «Blaming the Victim» (Culpar a la víctima, en su traducción al castellano). La teoría expuesta es de lo más sencilla y se basa en la actitud de considerar responsables casi exclusivas de su propia situación a las víctimas de abusos y de violencias descargando de tales actos a terceras partes implicadas. No fue en 1965 la primera vez que la sociología, la antropología o la sicología hacían referencia a este concepto, pero podríamos decir que se llegó a la concreción del término. Normal el éxito que tuvo el libro de marras y que la cuña llegue hasta nuestros días, porque si equivocarse es humano, lo es más echarle la culpa a otro.

     Aunque una de las situaciones en las que se aprecia con meridiana claridad la culpabilización de la víctima se da en los casos de violación -como está sucediendo desvergonzada y cruelmente en toda la parafernalia mediática que rodea al juicio a la manada– no es difícil descubrir determinados patrones que son comunes y generalizados dentro de una sociedad enferma hasta el éxtasis.

  • Las mujeres son culpables porque visten como putas

  • Los pobres viven como viven porque son unos vagos que están acostumbrados a pedir

  • Los niños suspenden porque no se esfuerzan

  • A los inmigrantes se les machaca en la frontera porque vienen a quitarnos el trabajo

  • Los abuelos de las preferentes es que tenían que haber leído bien la letra chica

  • La peña que quería votar el primero de octubre y recibió una tunda de palos es que estaba participando en un referéndum ilegal

  • El nene o la nena que sufre bullying es que es un manteca

  • Y el galgo acaba colgado de un árbol porque ya no sirve para cazar.

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