El dogma de la Inmaculada Constitución

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Democracy Nowaday, by sujawoto

    Pues vaya, me volví a equivocar. Un año más. Mira que lo intento, me lo propongo al principio de cada mes de diciembre; tirar de memoria sin tener que recurrir al calendario, pero nada, que soy cerril y no hay manera de meterme por vereda. Por más que sea católico y todo.

    Pero volvieron a tocar las campanas a rebato a principios de la semana pasada; en labios de mi compañera.

    –Entonces, ¿el miércoles tenemos que ir a tocar a la misa?

    Se me abrieron los ojos como platos. No se me cayeron de las cuencas de purito milagro. Nuevamente en un brete. Y no porque sea yo muy constitucionalista, tanto como para convertirla y todo en día de precepto, sino porque, un año más, no tenía pajolera idea de si el día seis era el de la Inmaculada o el de la Constitución. Si es que los ponen tan pegaditos uno al lado del otro.

    –Pero… el seis, ¿qué día es, la Constitución o la Inmaculada?

    Menos mal que de despistes andamos sobrados ambos y eso rebaja siempre tu percepción de autoestupidez, porque ella tampoco tenía ni idea.

    No es cuestión de descojonarse, porque la cosa no es tan fácil de distinguir ni para un experto ni para un tipo como yo que se pasa un buen rato cada día echando un ojo a las noticias. A saber.

    Tipejos en todos los medios de comunicación y de diferentes ideologías (se supone) soltando por la boca que no se puede cambiar, que es intocable y que proviene de un consenso… A ver de qué leñe están hablando, ¿del dogma de la Inmaculada o de la Constitución? Vamos, que uno acaba pensando que es más fácil convencer a un católico de que la virgen algún pecado tendría, aunque no fuese antes de nacer, que cambiar la puñetera Carta Magna.

    Y paralelos (o lo ponemos separado, lo mismo queda mejor: para lelos) hay hasta hartarse, como para hacerse un nudo gordiano en el cerebro.

  • El dogma de la Inmaculada, cuenta con poco más de siglo y medio de historia -de hecho, es el penúltimo admitido por el Magisterio, poco antes del otro abstruso de la infalibilidad papal-, lo que es baladí dentro de la historia de todo el cristianismo. El dogma de la Constitución no llega a las 40 primaveras; irrisorio a todas luces para la historia de España, aunque sea sólo la de la democracia. Y no es la primera Constitución ni será la última, obviamente.
  • Ambos dogmas provienen de un supuesto consenso. El de la Inmaculada surge del consenso de los obispos, que sin ser elegidos por el pueblo de Dios, ven lo mejor para éste, que es tontico, sobre todo cuando conviene a su propio marco ideológico. Es importante recordar que toda la Iglesia Protestante, tan cristiana como la que más, rechaza el dogma. La Constitución parte de un consenso en el que se abstuvieron en su día quienes ahora no quieren ni tocarla: 14 diputados de AP, aunque alguno votó en contra, y quienes desde siempre piden reformarla, todos los representantes del PNV, ERC y la desaparecida EE -el problema parece ser que viene de largo-. Un consenso del carajo, cuando incluso el mayor partido de la oposición de entonces, PSOE, supuestamente también quiere hacer algunos apaños.
  • De los obispos que formularon el dogma de la Inmaculada no queda ni uno, a menos que esté en su tumba incorrupto; de los padres del posteriormente aceptado dogma de la Constitución todos los que aún viven nacieron curiosamente en 1940: casi ochenta años. No es por cargarme a nadie, aunque no vaya a ser prematuramente, pero parece muy probable que, tal y como va el temita, pase igualito que con los obispos inmaculados.
  • Si a alguien se le ocurre tocar delante de un fiel católico el dogma de la Inmaculada, arde Troya; si a alguien se le ocurre mentar a nuestra madre Constitución y ponerle faltas delante de un fiel tradicionalista lo mismo tiene que refugiarse en Bruselas. No, Puigdemont no me cae bien.

    Pues eso, que a finales del próximo año seguro que estoy de nuevo delante del jodido calendario para ver si acierto a distinguir un dogma de otro. Total, para el caso que le hago a los dogmas.

6 thoughts on “El dogma de la Inmaculada Constitución

  1. «la Constitución no la cambia ni Dios»….es que Rajoy está por encima….¿acaso lo dudabas? ????

  2. Y yo que escuchaba en la radio, el día antes, que tenía sentido ponerlos juntos. España tan devota que entendía que la Inmaculada Concepción debía estar junto a la Constitución, concebida sin pecado original. Madre mía, lo que hay que escuchar. Y hoy escucho que con el 15M comenzó la desafección por la política. La postverdad al poder.

  3. Los Diez Mandamientos cualquiera diría que tienen menos vigencia que la Constitución. Y eso que esos sí que se escribieron en piedra, dicen 🙂 . La Constitución no la cambia ni Dios.

  4. Nunca entendí esas cosas (léase Constitución española) que parecen estar escritas en piedra sin el más mínimo ápice de ser capaces de adaptarse a los tiempos.
    Ves que lo más importante es que la gente la acate, que se adapte a ella. Y eso, cuando ves a los personajes que la redactaron….pues eso.
    Gracias un lunes más por tus publicaciones.
    Si acaso no te acuerdes de que día es Constitución y cual Inmaculada (confieso que a mí también me tiene pasado), pero de lo que no te olvides es de seguir publicando los lunes 😉
    Un abrazo.

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