Reseñas de «Mishasho»

mishasho     Como uno no es famoso, ni conocido, ni nada que se le asome, pues le hace ilusión que, de repente, en un mismo día y desde contextos totalmente distintos, aparezcan en la red dos reseñas de su novela «Mishasho».

     La primera en una revista web alternativa de cultura, Arte-factor, y la otra en una página muy familiar donde compartir lecturas de la que soy usuario desde hace bastantes años: Sopa de libros.

     Pues gracias a uno y a otro, lo primero por leerme sin cortarse las venas (digo yo), y lo segundo por vuestra generosidad y sinceridad.

      Lecturas descompuestas hoy: Mishasho de Rafa Poverello

     Poverello nos cuenta la historia de unos personajes víctimas de la adicción y nos hace ver como sufren, viven e incluso intentan vencer al demonio de la droga, y como tanto sus actos, decisiones e incluso palabras pueden llegar a afectar a las personas que más te quieren. Mishasho es una historia muy humana, llena de sentimientos y frustraciones, pero también es una historia que nos ayudará a comprender e incluso sentirnos identificados con los personajes y sus vivencias e  un mundo donde mirar para el otro lado y hacer como que “aquí no pasa nada” está a la orden del día.

     Sopa de libros: Sorprendente envidia

      Una (¿sencilla?, más sobre ello más adelante) historia coral alrededor del submundo de pobreza que se esconde en nuestra consumista sociedad nada más cruzar dos calles que ¿no debías?, como muy bien recoge la sinopsis. Un libro para reflexionar y leer despacio a la vez que se disfruta porque además presenta una estructura no lineal, con bastantes personajes que, como un puzle (aunque nada especialmente enrevesado), te obliga y tienta a ir atento disfrutando de las conexiones entre las diferentes piezas. Incluso con alguna sorpresa (al menos para mí) como puede ser el ocupante de cierto vehículo en cierta escena.

 

«Olvidé recordar»

to_remember_by_dream_traveler-d178hw3

To remember by Cambion-Art

     Una maquetita grabada a salto de mata que me gustó cómo quedó.

OLVIDÉ RECORDAR

Quiero comerme contigo el turrón;
que mis noches no sean más de frío.
Quiero ahogarme en tu mismo sudor;
no invertir ni en dolor ni en olvido.
Quiero tu enfado y tu mudo perdón;
que me agobies con tu incertidumbre.
Quiero el miedo a perderte y el don
que me otorga tu voz
cuando todo se hunde.

Quiero ser, quiero ser una cometa en tus nubes.

Quiero el motivo con que presagiar que lo nuestro no tiene futuro,
y la excusa por la que inventar un presente que compartir juntos.
Quiero impedirte decirme que no; renegar de todos tus caprichos.
Quiero verte, de pie en el salón, maldecir lo que yo no recuerde haber dicho.

Y de tanto querer me domina la amnesia,
olvidé desear tan sólo que me quieras;
que de tanto creer lo que siempre había sido
olvidé recordar que ya te habías ido.

Quiero venderte mi alma sin más
recompensas que hundirme en tu pecho;
quiero odiarte y volverte a buscar
admitiendo que te echo de menos.
Quiero aburrirme a tu lado y pensar
que ojalá dure toda la vida;
quiero besos de azúcar y sal;
que, al cruzar el zaguán,
me halle en tu compañía.

Quiero ser, quiero ser todo menos despedidas.

Como del alma una rémora

anchor-954927_960_720

Anchor, by MichaelZinggda

Como del alma una rémora,
más que comensal, parásita,
y mayor lastre en el camino
que la amputación de ambas piernas.

Como un ancla hundida en el vientre,
que impide arribar a buen puerto,
inmóvil en medio del mar ,
sujeto a patente de corso.

No arguyo al deseo extático
que otorga tiempo a la razón
con beneplácita esperanza,

sino a la apetencia, perversa
y vil sometida a un impulso
tan primario que no da plazo.

Concierto La Ingobernable

La Ingobernable

     Si la peña se moviera por los motivos que arrastran a las personas que pueblan y luchan un mundo distinto desde La Ingobernable se vislumbrarían con pasmosa efectividad otras opciones a este sistema capitalista donde lo que no está regulado está prohibido o sancionado.

     No son los malos, no, señores, apuntad a otro lado. Compartir, soñar, reír… no es delito. Por más que llegue la poli o la guardia armada.

     Comparto este tema: Héroes y villanos, que mucho tiene que ver con buenos y malos y en el que, desde el minuto 4:25, no es que tuviera un tic nervioso en los ojos, sino que vi llegar a un par de munipas y comportarse desde la calidad de su cargo: imponiendo y haciéndose los chulos.

     Y un abrazo especial a Revu, Zero, Fanta y Colegota, a quienes ya les puse cara. No, no son un grupo tipo los Teletubbies a pesar de los nombres. Son gente encantadora de GNUsocial, una red libre alternativa a Tuiter.