Acerca de Rafa Poverello

Más allá de la falsedad del nombre, pues no soy pobre ni aunque quisiera en virtud del bagaje socio-cultural del que me es imposible escabullirme, mi espíritu anda de su lado, no porque sean buenos, sino porque se les trata injustamente.

50 aniversario. GRACIAS.

     Dicen que un amigo es aquel que te quiere a pesar de conocerte. Mafalda lo dice mejor, y se entiende también mejor gracias al arrojo intelectual y sensible de Quino.

     50 tacos dan pa’ mucho, excepto para hallar la más mínima palabra que sirva para agradecer de manera justa la cantidad de personas hermosas que, de manera inmerecida, han formado parte de mi vida y me han ayudado a no desfallecer y a seguir camino, aunque a veces no vea uno del todo bien ni los bordes.

     Lloré el sábado de emoción como si me fueran a pagar un euro la lágrima; y repetí luego en casa, leyendo las dedicatorias de esa gente que me quiere (y a la que quiero) a pesar de conocerme. Y me conocen bien, como lo demuestra la letra que me compusieron sobre la melodía del tema «Papá, cuéntame otra vez ese cuento tan bonito», de Ismael Serrano.

Rafa, cuéntame otra vez

Rafa, cuéntame otra vez ese cuento tan bonito
de aquel chico tan rebelde que nació en Don Benito.
Como pasaste la infancia con tu hermano y tus padres
y el amor de tu abuela que jamas olvidaste.

Rafa, cuéntame otra vez cómo estando en Salamanca
viste la peli de Francesco y te transformó el alma
y como desde aquel día ya dejaste de ser Rafa
pasaste a ser Poverello, pobre, libre y sin miedos.

Rafa, cuéntame otra vez de tu vida en la Cruz Blanca
cuanto amor, cuanta alegría se respiraba en esa casa.
Tus movidas de insumiso, tu opción por la no violencia,
inspirado en Mahatma, su ahimsa, su resistencia.

Rafa, cuéntame otra vez cómo llegaste al barrio,
descubriste la parroquia, los misioneros y el trabajo
que quedaba por hacer para construir el Reino
desde la entrega, el servicio, la justicia, el Evangelio.

Y nunca te has olvidado de tus hermanos animales
que han marcado tus opciones, consecuentes, radicales.
Al principio fue la carne, y después el pescaíto,
hijo, no comes ya nada, que nos tienes a tós fritos …

Rafa, cantame otra vez La vida de Ucayali,
esa de Tristan e Isolda, Doblan por ti y muchas otras.
Y nosotros te cantamos porque caminamos juntos,
porque tu siempre nos guías, nuestro faro, nuestro vigía.

Por eso hoy te pedimos que, no vayas a cambiar,
te queremos demasiado, y siempre desigual,
te queremos demasiado, y siempre desigual.

     «Si busco en mis recuerdos los que me han dejado un sabor duradero, si hago balance de las horas que han valido la pena, siempre me encuentro con aquellas que no me procuraron ninguna fortuna», decía lúcidamente Saint-Exupéry. Ayer fue uno de esas horas, de esos recuerdos.

     Cuando no hay palabras, queda el agradecimiento pleno. Por muchos años, hermanos y hermanas.

Mucho has amado

     En el momento de la redacción de esta entrada, a las 22:30 de la noche, el lobo no ha venido. Podemos hacer muchas cábalas, que mañana serán una barbaridad, desde quienes lo fundamentarán en la alta participación (que debe de haber sido solo el electorado de izquierdas) a quienes dirán que es que el león no era tan fiero como lo pintaban.

     El caso es que el amor, así, en general, no es un sentimiento que se tenga muy en cuenta a la hora de formar gobierno ni de legislar. Incluso es probable que, al final, Pedro Sánchez quiera más a Rivera que a Iglesias porque esa opción es algo más cómoda que hacer otras cábalas.

     En la campaña electoral de los respectivos partidos se ha hablado de muchas cosas, la mayoría escasamente importantes, a menos que la situación de Cataluña sea un aspecto fundamental para la ciudadanía, no como el índice de paro o la corrupción, pero a lo que nadie ha hecho referencia alguna es a las putas. Sí, no habéis leído mal, no es necesario que releáis: las putas, las meretrices, las prostitutas, las mujeres de la calle. Esas de las que insistimos que muchos políticos tienen filiación. Muchas de estas mozas son extranjeras y no votan, otras bastante tienen con sobrevivir a la noche yéndose con alguien a un reservado o metiéndose en su coche.

     ¡Ah, ya, lo del amor, que qué tiene que ver, claro! En más de un evangelio, una puta (o una mujer conocida por su vida, que queda mejor) le lava los pies a Jesús, ni corto ni perezoso, importándole un pito el pasado de ella y su supuesta impureza, la deja hacer y, no contento con eso, dice que se le perdonará mucho porque ha amado una barbaridad. Como la gente que ama y que sufre a partes iguales le importa tanto a quienes gobiernan como la impureza de la Magdalena al maestro de Galilea, es de justicia decir que menos mal que hay asociaciones como Hiedra que se dedica a darles apoyo a estas chicas, a ofrecerles un espacio donde compartir y sonreír con bastante menos temor de a lo que están acostumbradas y que, encima, sin merecimiento alguno por mi parte, me invitan a echar el rato en un encuentro en el que ellas eran las únicas protagonistas y en el que, por vez primera, me quedé sin nada que decir: solo servía escuchar.

     No sé quién ni con qué apoyos va a gobernar, pero lo que doy por probado es que estas chicas, las putas, les van a seguir importando una mierda.

Discurso de un niño de doce años

lies, by twinphotography

    Calvin, junto con su tigre de peluche Hobbes, son los protagonistas absolutos de unas brillantes tiras cómicas realizadas por Bill Watterson y publicadas en prensa entre 1985 y 1995. Calvin tiene seis años y, aunque por norma general participa de las inquietudes y actitudes típicas de dicha etapa de la vida (es decir, se comporta como un redomado egoísta), suele mostrarse bastante espabilado para su edad. Cuando le da por soltarle a su progenitor esas preguntas casi capciosas de las que es difícil salir airoso, el padre tiene una cosa clara: da igual la burrada que diga, porque su discurso será interiorizado por Calvin que no pondrá en duda ni una sola coma de lo que haya largado por la boca como si fuera un científico más avezado que Einstein al mentar la teoría de la relatividad.

Calvin: ¿Papá, me explicarías la teoría de la relatividad? No entiendo por que el tiempo es más lento a gran velocidad.

Papá: Es porque se cambian las zonas de tiempo. Si tú vuelas a California, ganas tres horas en un vuelo de cinco. ¿Sí? // Si vas a la velocidad de la luz, ganas más tiempo, porque no te toma tanto llegar allí. Por supuesto, la teoría de la relatividad solo funciona si estas yendo al oeste.
Calvin: ¡Vaya, eso no es para nada lo que me dijo mamá! Debe faltarle un tornillo.

Papá: Los hombres somos mejores para el razonamiento abstracto. Ve y dile eso.

Sigue leyendo

«Tire Dié» (1960)

Fernando Birri en el XXIII Festival Internacional de Cine en Guadalajara

     Hace poco más de un año falleció en Roma, sin aspavientos por parte de la prensa generalista, el cineasta argentino Fernando Birri. Reconocido como padre del nuevo cine latinoamericano su influencia en el cine social documental es reconocida en el mundo del celuloide. Fundador de varios institutos cinematográficos, su trayectoria no pasó desapercibida para el Festival Internacional de Cine de Innsbruck, que le concedió en 2010 un premio honorífico.

    «Tire dié» fue su primera película, rodada sin apenas medios, con la ayuda de diferentes alumnos y alumnas de la escuela de cine, pero con un resultado que, a todas luces, ya preconizaba por dónde iría a discurrir el resto de su obra. El documental, cuyo título es un homónimo de la frase tire diez (tire diez centavos), nos muestra con tanta naturalidad como crudeza, la vida de los niños pobres de las afueras de Santa Fe, Argentina, que corren en paralelo a los trenes de cercanías pidiendo a los viajeros algunas monedas.