Entre líneas (Distrito 93) – Rafa Poverello

     Voy a grabar más vídeos para la peña en esta cuarentena que en el resto de mi vida.

     Como ahora hay tiempo hasta de leer, mejor que os recomiende mi segunda novela, «Yo, tú… él», que otra cosa. Aquí hablo un poquito de ella y leo parte de uno de sus capítulos.

     Está en la página de Facebook de Distrito 93, pero si comparto desde ese enlace ya no sería yo.

     PD: mientras, sigo escribiendo en una libreta la de cosas que voy a criticar, pero de gordo, cuando no sea del todo antipatriótico hablar largo y tendido sobre determinada gestión de la pandemia.

 

«Malahierba» (Almargen)

     Ayer fue el estreno mundial (en cuanto es a través de una plataforma de vídeo ya es interplanetario) del videoclip «Malahierba» de los compas de Almargen; un grupo de rock de garaje, como les gusta llamarse, que llevan años dándole a la guitarra y a las conciencias, pero no tienen un buen padrino.

     Gracias a un concepto erróneo de mi persona, siempre me piden que les componga alguna letrica cada vez que van a publicar un álbum, y en el último le toca el turno al tema que nos ocupa: «Malahierba», sobre la magnífica acogida y mayor preocupación del público occidental ante el drama de las personas refugiadas.

     No contentos con tamaño despropósito al pedirme que les escribiera una canción para uno de los temas, encima tuvieron la idea descabellada de proponerme que participara en el rodaje del videoclip, como si mis dotes de actor hubieran figurado alguna vez en alguna parte.

     Me lo pasé como un nene chico. Eso sí, cuatro horas de metraje para tres minutos de imágenes. El tipo que nos grabó y realizó el montaje se merece un Goya.    

     Para mayor calidad de imagen puedes pinchar aquí.

https://peertube.mastodon.host/videos/watch/ba87b849-a8a1-47db-97a6-25f2663d2e92

 

Desde la base

«Si quieres ir rápido camina solo, si quieres llegar lejos ve acompañado»
(proverbio africano)

Family life of elephants, by Larry Li

     Habréis leído de mi pluma en alguna que otra ocasión ocasión aquello de que, en Occidente, quien quiere cambiar las cosas se hace activista, no político. Por ser más estricto, podría concluir que, en realidad, lo que se dice cambiar, se pueden cambiar bastantes cosas desde el poder, lo que sucede es que, por causalidad (que no casualidad) dichos cambios son para el beneficio personal, nacional o partidista, entiéndase como se entienda, pero no para el bien común, porque este no hay diversas formas de entenderlo. El común somos todas; lo personal, nacional o partidista solo una persona o un grupo.

     Aquella persona que sustenta su escala de valores en la solidaridad, en la fraternidad y en la libertad difícilmente va a decidir formar parte de la dirección de un partido o, a lo sumo, lo va a abandonar a los pocos años, porque el deseo de poder (sea económico, social o político) es incompatible con cualquiera de esos términos. Sin recurrir a manidos argumentos tan solo basta echar un ojo (o medio) a los curiosos acuerdos a derecha a izquierda tras las últimas elecciones en múltiples ayuntamientos y Comunidades Autónomas para observar que la ideología y la coherencia (si es que ambas existiesen) están varios peldaños por debajo que el hecho de acceder al gobierno. Aunque haya que pactar con Satanás, pues más importante es el pacto en sí que con quién se tenga que realizar. Así, por ejemplo, en Jerez de los Caballeros, la única concejala de Unidas Podemos se ha erigido en alcaldesa del municipio con el apoyo de PP y Cs para echar a la socialista Virginia Borrallo del consistorio; por otro lado, en Melilla, el único concejal de Cs ha logrado la presidencia de la Ciudad Autónoma y sustituir a Imbroda, líder del PP, gracias a los votos de CPM y PSOE; mientras, en Palencia o Granada, el partido naranja no ha dudado en pactar con Vox para no perder su añorada cuota de poder. Luego, para rizar el rizo, Ciudadanos ha abierto expediente a los dos concejales de Santa Cruz de Tenerife por no respetar la… disciplina de partido y hacer alcaldesa a la socialista Patricia Hernández, y el PSPV ha abierto expediente de expulsión del partido a Dimas, recién estrenado alcalde de Sueca (Valencia) con la inestimable colaboración de los votos de los concejales del PP. Parece un poco lío, pero realmente no es que importe demasiado si lo es, o eso parece: darse por sentado el chaqueterismo por mor de «aquí estoy yo y mis cojones». Sigue leyendo