La esperanza y otras jerigonzas

Looking Through The Barbs

Looking Through The Barbs by InayatShah

    Hoy toca hablar de esperanza. Quizá por que estamos en adviento y aquella devota obligación de no perderla pueda ser influencia de la cultura judeo-cristiana.

     Pues eso, como decía, vamos a ver cómo andamos de esperanza, que me han contado un par de historias este viernes pasado la mar de interesantes para tomarlas como vara de medir.

     Le preguntaron a una refugiada siria que por qué huían del país.

    – Isis me quería obligar a hacer cosas que no quería –contestaba.

    Como no les hacía demasiado caso la separaron de sus hijos, la encarcelaron, la torturaron y le hicieron pasar días y días sin apenas comer ni beber. Al cabo de un tiempo comenzaron a tratarla mejor. Dejaron de golpearla y le daban de comer buenos manjares todos los días.

     – ¿Por qué ahora me tratáis mejor y me dais de comer? –preguntó a sus captores.

     – ¿Por qué? Verás, estos días te has estado comiendo a uno de tus hijos.

     En una charla sobre Derechos Humanos en Palestina tomó la palabra uno de los asistentes. Era árabe y había pasado hacía cosa de un año veinticuatro días en Palestina.

     Nada más aterrizar en el aeropuerto internacional de Ben Gurión en Tel-Aviv comprobó en carne propia en qué consistía eso de los derechos humanos en Israel. Por el mero hecho de ser árabe ya lo separaban del resto de la fila de turistas, lo retuvieron diez horas, en las que lo cachearon, lo desnudaron y tuvo que darles hasta el número de cuenta y contraseña. Estuvo alojado en la casa de un palestino que estaba siendo vigilado por el estado por publicar en Internet las atrocidades que el ejército israelí llevaba a cabo en la zona contra la población civil. Dicho ciudadano árabe era viudo por dos veces y había sido testigo del asesinato y violación de ambas esposas.

     Cuando la persona que estaba transmitiendo la historia regresó a España recibió la noticia de que su casa de acogida en Palestina había sido gaseada y habían asesinado al propietario. Continue reading

«Los caballos de Dios» (2012)

Nabil_Ayouch_2014

Nabil Ayouch

En el nombre de dios, el compasivo, el misericordiosísimo

1. ¡por los corceles jadeantes

2. Que hacen saltar chispas

3. Atacadores al amanecer

4. En que levantan polvareda

5. Y que irrumpen en las columnas adversarias

6. Que el hombre es ingrato para con su señor

7. Y que el mismo es testigo de ello!

8. Y que es ambicioso en el amor por los bienes terrenales.

9. ¿ignora acaso que cuando los que están en los sepulcros sean resucitados

10. Y sea revelado cuanto encierran los corazones humanos

11. Que en ese día su señor estará bien informado sobre ellos?

(Corán, sura 100)

En esta sura del Corán se basa el título de la cinta del marroquí Nabil Ayouch, que hace también la labor de guionista y es importante, antes de abordar un poco el tema, recordar las palabras del propio director a fin de centrar el asunto en lo importante: «puedo entender cómo unos jóvenes se convierten en kamikazes, pero de cualquier religión», para comentar a continuación que el yihadismo no tiene nada que ver con la fe sino con «cómo transformarla en un instrumento para cambiar la mente de las personas». El filme, pues, en estos momentos convulsos donde parece que el islam tiene la culpa de todos los males del mundo, no habla del Islam, sino del terrorismo y de la manipulación en determinados contextos sociales. Y aquí, Ayouch, lo borda.

Igual que mostrara recientemente Sissako en la escalofriante “Timbuktu” (2014), el yihadismo a las primeras personas que afecta de manera visceral es a los propios musulmanes, sometidos por unos hermanos de religión capaces de los actos más viles en virtud de una interpretación rígida, obtusa y excluyente del Corán. Ya había metido los pies en el fango de manera soberbia el director Hany Abu-Assad con “Paradise now” (2005), aunque dentro del contexto del conflicto palestino-israelí, pero en “Los caballos de Dios” Ayouch da un paso más. Ambas películas comparten una ausencia de sesgo, de actitud maniquea, que las conduce inexorablemente a la imposibilidad de llegar a comprender qué motivación interna lleva a unos jóvenes a inmolarse en nombre de Dios, pero el filme que nos ocupa parte de una metódica verdad que da bastantes pinceladas acerca de dónde y por qué medran las ideas radicales del terrorismo, y la pobreza, la exclusión y la falta de recursos tienen mucho que decir. Baste recordar que de los atentados perpetrados en Europa, casi el 100% han sido llevados a cabo por ciudadanos nacidos en el propio país objeto donde sucedieron los hechos. No eran ni inmigrantes, ni refugiados, ni islamistas que han venido cuatro días a Occidente con el único fin de asesinar a decenas de civiles. Eran personas crecidas y educadas en guetos y arrabales de nuestras ciudades. Continue reading

«Negociador» (2014)

Borja_Cobeaga_2007

Borja Cobeaga, 2007

    Borja Cobeaga ha sido foco de atención hace justo una semana. Por un twitt de su cuenta personal en el que mostraba su indignación tras no desfilar por la alfombra roja los guionistas nominados en la 30 edición de los Premios Goya. Antonio Resines, actual presidente de la Academia Española de Cine le pidió disculpas, que fueron aceptadas cordialmente.

     El caso es que Cobeaga se ha hecho más conocido por vainas -perdón por el exceso- que por los méritos sobrados que atesora para ella. A ese acontecimiento reciente al que hacíamos referencia, habría que sumar para complacencia del público general e injusta parcialidad curricular que fue co-guionista de “Ocho apellidos vascos” así como de su secuela, “Ocho apellidos catalanes”. A Dios gracias, a veces las nominaciones hacen más justicia que el público o los intereses económicos, y ese traspiés de no dejarle pisar ni un hilo de alfombra ni a él ni al resto de guionistas -por motivos parece ser que meramente organizativos- pudo llevarse a efecto tras ser nominado no por la cinta de Emilio Martínez-Lázaro sino por la que nos ocupa, “Negociador”, en la que también ejerció las labores de director.

     Por otra parte, Cobeaga ya debería ser recordado por los cinéfilos desde su estreno tras las cámaras en 2009 con la comedia “Pagafantas”, que también supuso si primera nominación a los Goya como guionista y como director novel, y que, al igual que “Negociador” supone un enfoque muy distinto, peculiar y arriesgado a géneros trillados y en exceso comunes en el séptimo arte y, de manera particular, en nuestro cine.

     No parecía fácil romper moldes con una comedia romántica supuestamente al uso como fue “Pagafantas”, pero aún más difícil y arriesgado era tocar el tema de las negociaciones del Gobierno español con ETA durante la tregua de 2005 y hacerlo desde la acidez explícita de la sátira y de la comedia negra. Cobeaga no sólo sale indemne, sino que supera el escollo con nota. Continue reading