![Looking Through The Barbs](https://zagueros.noblogs.org/files/2016/12/looking_through_the_barbs_by_inayatshah-d85u76n.jpg)
Looking Through The Barbs by InayatShah
Hoy toca hablar de esperanza. Quizá por que estamos en adviento y aquella devota obligación de no perderla pueda ser influencia de la cultura judeo-cristiana.
Pues eso, como decía, vamos a ver cómo andamos de esperanza, que me han contado un par de historias este viernes pasado la mar de interesantes para tomarlas como vara de medir.
Le preguntaron a una refugiada siria que por qué huían del país.
– Isis me quería obligar a hacer cosas que no quería –contestaba.
Como no les hacía demasiado caso la separaron de sus hijos, la encarcelaron, la torturaron y le hicieron pasar días y días sin apenas comer ni beber. Al cabo de un tiempo comenzaron a tratarla mejor. Dejaron de golpearla y le daban de comer buenos manjares todos los días.
– ¿Por qué ahora me tratáis mejor y me dais de comer? –preguntó a sus captores.
– ¿Por qué? Verás, estos días te has estado comiendo a uno de tus hijos.
En una charla sobre Derechos Humanos en Palestina tomó la palabra uno de los asistentes. Era árabe y había pasado hacía cosa de un año veinticuatro días en Palestina.
Nada más aterrizar en el aeropuerto internacional de Ben Gurión en Tel-Aviv comprobó en carne propia en qué consistía eso de los derechos humanos en Israel. Por el mero hecho de ser árabe ya lo separaban del resto de la fila de turistas, lo retuvieron diez horas, en las que lo cachearon, lo desnudaron y tuvo que darles hasta el número de cuenta y contraseña. Estuvo alojado en la casa de un palestino que estaba siendo vigilado por el estado por publicar en Internet las atrocidades que el ejército israelí llevaba a cabo en la zona contra la población civil. Dicho ciudadano árabe era viudo por dos veces y había sido testigo del asesinato y violación de ambas esposas.
Cuando la persona que estaba transmitiendo la historia regresó a España recibió la noticia de que su casa de acogida en Palestina había sido gaseada y habían asesinado al propietario. Sigue leyendo