«Taxi Teherán» (2015)

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Jafar Panahi by olivierploux

     Que sí, que Irán está en el punto de mira, que forma parte del Eje del Mal y a casi todos les cae como una patada en el culo (según qué día, todo sea dicho), pero que Panahi se juega la vida en cada largo que rueda va más allá de toda explicación lógica y de que haya que defenderlo simplemente porque nosotros somos los buenos y los malos quienes lo mantienen en arresto domiciliario con la prohibición expresa de rodar. Y no se la juega sólo por el mero hecho, descarado y machacón, de seguir rodando, sino por lo que cuenta cuando lo hace.

     Puede que no alcance el nivel de intensidad de su anterior “Esto no es una película”, pero “Taxi Teherán” vuelve a ser una nueva vuelta de tuerca al cine de autor, comprometido, original y que sólo tiene miedo a la falta de coherencia.

     ¿Dónde empieza la realidad y acaba la ficción? ¿Qué es real y qué no, si es que puede haber diferencia sin que elegir sólo conduzca a la acomodación y a la injusta moderación? Panahi de nuevo te obliga al compromiso, a no permanecer al margen, a tener que ponerte de parte de alguien. Otro filme necesario, como respirar, como el dolor sufriente ante la injusticia, como la libertad autoimpuesta.

     Se respira la incomodidad, el desaliento, pero queda la rosa, con espinas, que si no no lo sería, pero la rosa.

     Puedes descargar la película completa con subtítulos en castellano agregando el siguiente enlace a tu aMule/eMule:

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Coto privado

Las vacaciones, aparte de gozar con el inabarcable privilegio de servir como descanso del guerrero y reponer fuerzas para el fresco combate de un nuevo curso, nos enseñan algunos detalles a tener en cuenta para que esa lucha, generalmente desigual, entre el ser humano y el mundo sea algo más equilibrada o, al menos, se reduzcan los daños.

Cuatro días en el Parque Nacional de Cazorla, Segura y Las Villas, declarado en un principio Coto Privado de Caza en los años 50 por cuenta del Generalísimo -aspecto que da pábulo a alguna que otra reflexión actual- no a fin de proteger las especies animales sino para poder endosarle tiros a ciervos, jabalíes, gamos y demás bestias (mal término referiéndonos a estos últimos) a mansalva; comentaba pues que, cuatro días allí, dan para mucho.

Nacimiento del Guadalquivir

La naturaleza es sabia por naturaleza, valga la redundancia, y el primer golpe de efecto te lo planta en la cara el nacimiento del río Guadalquivir, ya que, tras unos catorce kilómetros por la ruta medianamente ascendente que conduce desde el Puente de las Herrerías hasta dicho origen, a uno le cuesta hallar de dónde leches mana el río de marras, aun estando dispuesto para tal fin un cartelito la mar de resultón. Y es que, bajo una piedra, sin llegar siquiera a borbotón, surge un minúsculo hilo de agua de patético cauce que, por obra y gracia de una extraña voluntad, a su paso por Sevilla llega a ser navegable. Por algo lo llamaron los árabes al-wādi al-kabīr, el río grande.
Primera lección: un titubeante comienzo no conlleva necesariamente un final desastroso ni mucho menos ignoto.

Luego llegó el paisaje escalofriante de la ruta que conduce al nacimiento del Borosa y que, en época de lluvias debe de ser para sufrir el síndrome de Stendhal con tanta hermosura. A unos tres kilómetros y medio da comienzo la Cerrada de Elías, un exquisito cañón natural formado por la erosión de las montañas que, a lo largo de millones de años, ha ocasionado el curso del río en las paredes rocosas.
Segunda lección: hay que ser pacientes como el agua, e igual de firmes.

Cascada del Río Borosa

El último aprendizaje concedido de manera gratuita por la biodiversidad se aprecia sin demasiado esfuerzo contemplando la fauna, y puede ser objeto de un doble rasero. La absoluta seguridad que muestran los animales respecto a que no van a sufrir ningún daño por parte de la raza humana es tan hermosa como preocupante. Al lado de la carretera, manducando restos de las sobras de alimentos de un bar que seguramente lo hace con genuina cotidianidad, pueden verse ciervos y jabalíes; zorros te siguen impávidos por los senderos, con cara triste, a la espera de algún presente… ¿Son estas especies realmente silvestres o están tan acomodadas al género humano que muchas de ellas no podrían sobrevivir fuera del parque nacional? Durante la visita en un trenecito por el Parque Cinegético “Collado del Almendral” un ciervo nacido en cautividad siguió al vehículo a lo largo de todo el trayecto; al alcanzar el sector de los cérvidos se sentía incapaz de relacionarse con los miembros de su especie, e incluso los machos lo expulsaban de la zona de los abrevaderos sin la más mínima defensa del ultrajado.
Tercera lección: no dejarse amaestrar so pena de perder la libertad y la independencia y empezar a comer sólo de la mano del amo.

También dio tiempo de sacar tajada de los seres humanos. Tan importantes o más que la extraída de nuestros hermanos no racionales, si bien en ocasiones pueden parecerlo más.
De las más concluyentes sin duda fue que si alguien -o un grupo humano- está convencido plenamente de la importancia de saltarse una norma, lo mismo da que un letrero de dos metros cuadrados le diga que está prohibido bañarse en todo el cauce del Borosa con el fin de proteger la fauna y las especies de la zona. A punto estuve incluso de poner una denuncia ante los agentes forestales, hasta que vi a mi regreso a uno de ellos en el inicio de la ruta, a las seis y pico de la tarde, con su furgonetilla de la Junta, cruzado de brazos sonriente mientras decenas de bañistas sacaban sus fiambreras, toallas y demás parafernalia de los vehículos y tomaban rumbo a las aguas límpidas del río. Por un momento pensé que si toda esa peña insumisa hiciera lo mismo con aquellas leyes que iban en contra de sus intereses (trabajo precario, reducción de prestaciones por desempleo, co-pago sanitario, retirada de becas…) el país sería otro distinto. Claro, que lo mismo si uno se salta esas normas el agente de turno no te ríe la gracia.
Primera lección: sáltate las normas sólo si son una memez y no vas a tener consecuencias; lo que opinaba Emerson, que “las coherencias tontas son la obsesión de las mentes ruines”.

En segundo lugar, no por ello menos importante, que el agua embotellada de Lanjarón pertenece a Danone y que, por algo será que la empresa en cuestión esconde el logo en el interior de la etiqueta en sus envases de cristal y no lo coloca por fuera; o que la tan natural y sencilla de Sierra de Cazorla depende de Explotaciones Internacionales Acuíferas S.A., con un capital social de cerca de 5.500.000 euros, con sede en Móstoles y que es patrocinadora de la RFEC y cuenta con otro tipo de bebidas, incluso isotónicas fabricadas con el agua del manantial. Serán esas vainas de la privatización del agua.
Y ya de paso, que el ayuntamiento de Hornos de Segura, en un año sin sequía, ha dejado sin agua de riego a media población que se dedica a la agricultura, por un acuerdo económico con la Diputación de Jaén.
Segunda lección: es casi mejor beber Coca-cola que agua embotellada.

     No quisiera terminar sin la tercera lección, que vendría a retomar aquella idea primera del Coto Privado de Don Francisco Franco Bahamondes. En el recorrido de un sendero poco transitado, una cierva y dos venados de menor tamaño -uno de ellos probablemente la cría-, se asustan y, aunque trato de ocultarme, el miembro adulto salta una enorme valla de alambre que separa fincas; el de tamaño medio apenas tarda un minuto en hallar un lugar idóneo, algo más menudo para hacer lo propio, pero el pequeño, mientras la cierva lo observa pegada al otro lado de la barrera nada natural, se pone nervioso al comprobar que no tiene suficiente fuerza para saltar y como un poseso comienza a lanzarse contra el cercado una y otra vez enganchándose en varias ocasiones una de las patas delanteras hasta que está a punto de rompérselas. Finalmente huye en otra dirección.
Esta concluyente lección es de lo más seria: los cérvidos buscaban salvación, sin otra impostada motivación que provenga de intereses foráneos. La casta Europa valla el continente, como si la tierra fuera suya igual que ese Coto Privado del Generalísimo y en virtud de decenas de intereses que nunca asumo ni asumiré, porque en tanto, hay miles de seres humanos que no cejan de golpearse contra la puta valla en busca de una salvación que también se les niega.

Buen curso. Y a ser pacientes como el agua, que el principio está siendo tan desalentador como el nacimiento del Río Grande.

Prioridades

     Entrada actualizada el 7 de julio de 2016

 

Me llamaron de Endesa el otro día.
“Buenas tardes. Soy fulanita, de Endesa. Nos ponemos en contacto con usted…”
“Para ver por qué paso de vosotros y me he cambiado de compañía, básicamente”, pienso. Y acierto con más tino que un campeón olímpico de tiro con arco.
“… es muy importante la opinión de nuestros clientes”. Ex-clientes, querrá decir, y no perder los eurillos mensuales del ala. Como soy prudente llanamente respondo.
“Porque no estoy de acuerdo con la política de su empresa”.
Le da igual, claro, y ella no tiene la culpa, lo más probable es que le paguen por cliente retornado a la casa materna, digo, madrastrerna.
“Estaremos encantados de que vuelva con nosotros, si ahora no lo tiene claro volveremos a llamarle”. Muy amable, estoicamente amable, cual si tuviera hasta tapones en los oídos.
“Cuando no engañen más a la gente con fraudes me vuelve a llamar”.
Adiós y hasta pronto.

Y es que estamos todos la mar de cabreados con Endesa (y con muchas cosas más, por supuesto). De hecho, una conversación que versaba también sobre tan ínclita empresa de electricidad mantuvimos hace unos seis meses en una jornada de Pastoral Obrera. Gente mucho más alternativa y solidaria, es de suponer, que una telefonista que trabaja para la citada compañía. Por tanto, quedó más cristalino que el agua de un manantial de sierra comprado por Coca-Cola: son todos unos desgraciados. Entonces, recordando la verdad suma de Gandhi acerca de que los de arriba no van a cambiar porque se conviertan gracias a una iluminación divina sino obligados desde una situación de poder, expuse lo obvio sin pretender crear en realidad el más mínimo debate.
“Sí, pero ¿quiénes de los que aquí estamos no tenemos la luz con Endesa, Iberdrola o una cuenta en CajaSur? Es tan sencillo como hacer una llamada y cambiarse”.
Hubo asentimientos, pero el silencio podía cortarse con el filo mellado y oxidado de una cuchara de palo.
“Comodidad, cambiar la cuenta del banco es un tostón para todo”. Admitía alguien a quien tengo en alta estima.

Más o menos lo esbocé en aquella entrada de blog de no hace tanto llamada “Quejarse sale gratis”, pero digamos que entonces la cosa iba de excusas y del enfermizo mal de nuestro siglo: la esquezofrenia, y hoy, para no dar lugar a salvaguardar la propia conciencia de incoherencias, el asunto es tan simple como hablar de prioridades. En la digna película de la todopoderosa y tendenciosa Disney “Big Hero 6” (Chris Williams y Don Hall, 2014) su protagonista Hiro, un niño superdotado de apenas doce o trece años, tras mostrar al público sus minúsculos microbot, movidos por una especie de escáner cerebral, dice: “si puedes pensarlo, puedes hacerlo”.
Parafraseando a Hiro hemos de decir sin gaitas que todo, a fin de cuentas es cuestión de prioridades, y si no puedes hacerlo, es que no lo piensas o que piensas más en otra cosa que te inspira más, aunque joda reconocerlo. En la época de la infinita información vía Internet hay tantas opciones ante cualquier decisión común con implicaciones globales que lo único que puede hacernos elegir entre una u otra es a qué le damos más valor: ¿no hacer una llamada a todos aquellos sitios donde tengo un recibo domiciliado o no apoyar a un banco que promueve desahucios? ¿Hacer lo de siempre para no tener que molestarme o mejor implicarme en un cambio aunque parezca leve?
Lo esbocé, un poco, porque otro era el sentido, ahora, para que el lector (y el que suscribe) revise sus prioridades… digamos.

* Motor de búsqueda en Internet: todos conocemos Google y otros buscadores tipo Yahoo, Bing… a la hora del rastreo de dirección IP y compartir una información privada a la que no tienen derecho y de la que nos llevamos las manos a la cabeza. Pues existen, por ejemplo, Startpage , que vuelca los mismos resultados que Google sin filtrarlos, o DuckDuckGo, con rastreo propio que se dio a conocer a partir del escándalo PRISM; ambos con varios premios de privacidad. Para los más avezados, pues es un motor de búsqueda basado en P2P y habría que instalarlo en el PC, está Yacy, aunque la búsqueda se basa en el intercambio de información de usuarios y por el momento es limitada.

* Medios de comunicación: nos cabrea como a un toro resabiado la manipulación, el control de la información, pero seguimos entrando (comprando) en las webs de El país, El mundo, ABC, Marca, As… porque nadie habla mejor de noticias o de deporte que estos impresentables que han apoyado sin ambages el canon AEDE que prohíbe los enlaces (cualquiera, incluso los libres) en Internet. Pues existe una amplia lista de medios que se han negado a firmar el Canon, y algunos de lo mÁs generalistas (no sólo hablamos de Diagonal, Tercera Información…): Agencia EFE, Europa Press, La Gaceta… Uno mismo. Prioridades.

* Servicio de mensajería: Gmail depende de google, hotmail de la mastodóntica Microsoft… sendas empresas más que censuradas y denunciadas repetidas veces por saltarse a la torera la protección de datos (aparte de su propio funcionamiento global y empresarial). Hay alternativas, como en casi todo. Un correo electrónico con interfaz web, estable, y creado en plataforma de software libre GNU/Linux: openmailbox. Pero es taaaaan insoportablemente cansado cambiar de e-mail.

* Móvil: no es este el espacio apropiado para hablar detenidamente de la extracción del Coltán, pero sí de ofrecer la opción factible y responsable: Fairphone, creado a partir de componentes respetuosos con el medioambiente y con las personas. ¿Qué cuesta una pasta? No más que una tele de plasma de nosécuántas pulgadas, que unas vacaciones a Praga y Budapest, o que uno de esos de última generación que no ofrecen ‘gratis’ a los 18 meses para que sigas con contrato de permanencia. Prioridades. Y siempre queda la opción del segunda (o tercera) mano. Prio-ri-da-des.

* Compañía de telefonía: son, con diferencia, las empresas que más denuncias anuales suman por fraude, incumplimientos… Vamos, no conozco a nadie que no haya echado pestes y toneladas de excrementos sobre sus cabezas. Pero el hecho es que en caso de cambiarnos lo hacemos a otra igual o peor al final. ¿Y no joroba eso de ‘para que te quedes con nosotros te bajamos la cuota mensual a niveles irrisorios’? Coño, ¿y no me lo podéis hacer por buena fe sin tener que pedir portabilidad? Eticom. Aún casi en pañales, creada por una cooperativa catalana, que aparte de tarifas móviles ya está en condiciones de ofrecer servicios de fijo e internet, aunque está teniendo algunos problemas -casualmente- a la hora de ponerse de acuerdo con las compañías que le alquilan los servicios. Hay que aportar la cuota de socio para poder disfrutarla, pero ya digo: prio-ri-da-des. Para jugar a la bonoloto o a las quinielas cada semana no hay que ser socio, desde luego.

* Banca: sí, en esto estamos casi todos de acuerdo. Son los más mamones entre los mamones. Fundamentales en el desarrollo y mantenimiento de la crisis y el endeudamiento, pero bueno, los pongo verde y ya está. Al fin y al cabo son todos iguales y es un follón cambiarse. Prioridades. Opciones: con sus luces y sombras Triodos Bank, un banco ético que funciona con todos los servicios habituales en la entidades, pero con transparencia a la hora de donde invierten (nada de armamentos, empresas de gas, telecomunicaciones, petroleras…); Proyecto Fiare, entidad de depósito y crédito, ya con operatividad para particulares de manera normalizada; y una tercera, poco contemplada, pero seria y distinta, las Cooperativas de Crédito, muy distintas en fundamentos al resto de bancos y cajas, así como en sus proyectos, aunque hay que andar con ojo porque algunas, como Arquia, tienen acciones y fondos de inversión en empresas de industria militar (INDRA).

* Compañías eléctricas: no hace falta extenderse mucho en sus objetivos, conocidos muy de sobra por el respetable. Denunciadas innumerables veces y condenadas por fraude al consumidor. Pues también existen cooperativas, la mayoría de energía verde cien por cien renovable: Zencer, Gesternova, Som… También se necesita previa aportación de socio, pero ¿quien le pone pegas a participar activamente en una cooperativa alternativa? Seguro que lo que nos roban otras con los contadores eléctricos digitales no nos lo devuelven por no tener participaciones.

* Petroleras: lo más chungo a nivel de alternativas reales, la verdad verdadera, a menos que compres un coche nuevo híbrido o vayas en bici, lo que no es mala opción, desde luego. El transporte público o el coche compartido es otra posibilidad, parcial, pero posibilidad. Plantearse con objetividad si sale más rentable tener coche o alquilarlo sólo cuando haga falta puede ser igualmente un gesto de responsabilidad. Y si no queda más remedio y aunque es obvio que las gasolineras familiares compran el combustible a las gordas, al menos nos negamos a repostar en éstas o en las de autoservicio que, por norma general, no es que sean más baratas curiosamente, a pesar de que la atención sea más deficiente.

* Alimentación y ropa: sí, es comprensible y de Perogrullo, los productos de alimentación y textiles biológicos y/o de comercio justo son más caros, lo mismo que una birra en un bar y pocos deciden tomársela cada día en la casa. Prioridades eran, ¿no? Barato-explotación versus menos barato-solidaridad. Hasta zapatos hay de material cien por cien reciclado, vegetariano o vegano. ¿Pedirlo por Internet sin probártelo? Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh. Un hotel sí, aunque luego sea una puta mierda comparado con las fotos.

¿Lo he dicho? Prioridades. Y disculpas por la extensión. No volverá a repetirse, y al fin y al cabo era el último de mis reclamos antes de darme vacaciones a principios de agosto.

Fortaleza de efímera

    Se me ocurrió devanarme los sesos, un día ocioso de la semana pasada, acerca de la tal vez aleatoria idea de fortaleza, pues con alegre disposición se suele otorgar dicha virtud a diestro y siniestro a personas -o aún más, incluso a uno mismo- que únicamente han tenido que demostrarlo, a amigos más que a enemigos, de pensamiento, palabra u omisión. La obra, la práctica es otro cantar, excelso y sublime, como el passaggio de un fa5, tan sólo al alcance de voces instruidas o infantes castrati.

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Efimera by OnlyCilla

Entonces, esa misma tarde, poco después de razonar y deducir parcamente que, más allá de condicionantes personales de carácter y aptitud, fuerte es aquél que no se deja superar por circunstancias que a la mayor parte de la población le supondrían hasta pensar en el suicidio, hay quien me trae, a esa misma mente dispuesta, el recuerdo de Pilar, y me invaden unas ansias terribles de amputarme los testículos porque, si he de basarme para apropiarme el término en la instrucción y la experiencia, mi fortaleza se asemeja a la de una efímera en fase adulta.

Pilar es joven, aunque la inclemencia a la que se somete la vida convierte por norma general la imagen en un inconsistente ejercicio de puntería para quien observa. Se presentó hace mes y medio a la oficina de Cáritas Parroquial, recién llegada del barrio de Las Palmeras, pues la Junta de Andalucía, en un nuevo ejercicio de insensatez que tendré el gusto de explicar en breve, le permitió instalarse en una de las viviendas sociales desocupadas de Las Moreras. El motivo del traslado aún me produce bilis en la garganta. Varios días atrás acudió a Urgencias con toda la angustia posible que puede sostener una madre. Su hija, la mayor de cuatro hermanos de entre uno y cinco años de edad, había sufrido un accidente y mostraba una tremebunda herida abierta en la mejilla, con ausencia de tejidos y que iba a necesitar de varios puntos de sutura. Las marcas parece ser que dieron lugar a escasas dudas al facultativo que la atendió en el hospital; observó a madre y criatura, con necesario descaro y, tal y como ordena el protocolo, tras realizar varias preguntas de rigor abrió un parte de expediente por supuesto maltrato infantil. La pareja de Pilar, quien ya en tiempo nada pretérito le había asestado a ella un navajazo en la barriga que casi le cuesta la vida, en esta ocasión había mordido a la hija en el pómulo arrancándole parte del rostro. Pilar ama más su vida y la de su hija que la propia y supuesta seguridad de ambas, tal vez porque, al contrario que los tranquilos seres que legislan, tiene un miedo atroz al saber de manera fehaciente que un animal irreflexivo mata antes y, si acaso, después piensa. No le hizo falta a ese animal oler su presa pues, sin necesidad de haber realizado un máster en la Sorbona es obvio que la administración se la puso en bandeja de plata cual si fuera la cabeza de Juan Bautista. Palmeras y Moreras son barriadas tan interrelacionadas a nivel socio-familiar que creer de verdad que el susodicho no iba a enterarse de donde habían llevado a Pilar y a las niñas es de débil mental. Nada más salir de la prisión preventiva se presentó en el piso, claro, igual que haría cualquier macho alfa que se cree el dueño del cortijo. Comenzó a insultarla, a dar descomunales patadas en la puerta… En fin. Tras un chanchullo con una vecina ha abandonado el piso y ha decidido meterse en un local a ver si así puede estar algo más en paz, algo tan sencillo como resolver el conflicto palestino-israelí.

Ahora Pilar tiene en la parte alta del seno derecho un bulto del tamaño de una nuez. Posiblemente el cáncer que le operaron hace algunos años se ha extendido a esa zona y tendrán que extirparle el pecho. Ella no quiere, por estética, dice, y porque si entra en quirófano ni Dios sabe qué va a pasar con sus hijos, y porque su padre, que jamás quiso saber de ella nada que no pudiera conocer por la prensa, desde que está en la cárcel la abraza en los vis a vis, como si la quisiera, y los ha echado tanto en falta que no quiere perderse ni uno solo.

No acierto a saber si es fácil o no juzgar a Pilar por sus decisiones, pero ¿qué voy a decir yo al respecto? Un blandengue cuyos únicos sufrimientos individuales han sido un divorcio, tres meses sin cobrar de manera reiterada, el paro como consecuencia, el fallecimiento de una abuela a la que amaba con toda su alma… ¿Acaso puede atreverse una efímera a valorar la conducta de un elefante?