«Coronas de cristal»

A los que aman al Dios presente en el hermano
crucification_by_gnrbasketcase

Crucification by GnRbasketCaSe

CORONAS DE CRISTAL

No quiero que me crucifiquen con coronas de cristal,
que cuelguen en mi pobre cruz sus lienzos de tergal.
No quiero ser Ecco Homo con mantos de fino oro
y báculo en bruñido metal.
Ni que sus lágrimas de madre se conviertan en diamantes cuando ya la seriedad
no es por la sangre derramada en honor y por amor a la verdad.

Ni quiero sacrificios ni holocaustos con sabor a anís
ni falsas penitencias de aprendices de faquir.
No quiero sentir mis manos, ni ver mis pies clavados
en una cruz grabada en marfil,
mientras millones de hermanos se consumen en pedazos por que la necesidad
de sus vidas se malgasta y se marchita con dinero espiritual.

No se puede cimentar el amor a Dios sobre doradas catedrales,
ni explorar el manantial de la fe con costosas imágenes.
¿Dónde está la sencillez? La humildad se ha perdido, sólo queda el Rey.
Pero mi Reino no era de este mundo, jamás he buscado el poder.

No quiero ver mi cuerpo convertido en burda exposición
de ricos Monumentos vanagloria de su autor.
No puedo entender las voces ni tantas peleas o roces
por llevarme a hombro hasta Dios,
cuando temen inclinarse humildemente por las calles ante la sagrada faz
de tanto cristo que perece o que parece estar a punto de expirar.

No quiero plañideras con bordados pañuelos de tul,
más vale amar a oscuras que llorar a plena luz.
No sé contemplarte, madre, arropada en purpúreos trajes
con siete dagas contra tu cruz,
cuando sé que más te duele como tratan a las gentes que por la desigualdad
sobreviven con cien dagas incrustadas en su cruda realidad.

No se puede cimentar el amor a Dios sobre doradas catedrales,
ni explorar el manantial de la fe con costosas imágenes.
¿Dónde está la sencillez? La humildad se ha perdido, sólo queda el Rey.
Pero mi Reino no era de este mundo, jamás he buscado el poder.

 

«Pago justo» (2010)

made in dagenham screening by DrJimboDaHammer

made in dagenham screening by DrJimboDaHammer

Antes de que pase el mes de la conmemoración necesaria de celebrar del Día Internacional de la Mujer, y más allá del por qué de la fecha del 8 de marzo cuyos motivos dividen también a capitalistas y comunistas, se hace necesaria al menos una breve aproximación a los derechos adquiridos con justicia por el género femenino en su constante lucha por la igualdad efectiva.

A colación traemos la película escasamente conocida y ausente de grandes pretensiones «Pago justo», basada en la historia real de las 177 costureras de la fábrica Ford de Londres que en 1968 iniciaron una huelga por el trato discriminatorio en el salario.

Nigel Cole, que ya sorprendiera gratamente al personal con su original ópera prima«El jardín de la alegría» (2000) vuelve a mostrar una excelente condición a la hora de utilizar el género de la comedia para sacar punta a los dramas más comunes. En esta ocasión, partiendo sobre todo de una soberbia actuación de la actriz Sally Hawkins y sin escatimar sus terribles consecuencias, nos ofrece el machismo imperante, que no distingue de estratos sociales y culturale,s a través de los esfuerzos titánicos que un grupo de mujeres tiene que emprender a fin de ser tratadas con igual dignidad. La diferencia de salario, como sucede por desgracia en la actualidad y más concretamente en nuestro país, no se basa en la cualificación profesional real, por mucho que se haga referencia a ella, sino que una mujer, por el mero hecho de serlo, cobrará menos que un varón y ya se buscarán los subterfugios necesarios para ello.

Puede ser obvio que a pesar de una excepcional dirección artística y una nada despreciable banda sonora, «Pago justo» no va a pasar a la historia como un filme de culto, ni Coel es el mejor Loach ni su filme «Pan y rosas», ni falta que le hace, pero sin duda, es una más que digna elección que muestra de manera clara y en ocasiones incluso nada fácil de apreciar para ojos demasiado acostumbrados a la discriminación del lenguaje, los objetivos resortes que recorren la sociedad y dejen en un segundo plano a la mujer. Hasta podemos ver en el filme a uno de los mayores defensores del papel esencial de la mujer en el plano laboral, un preclaro Bob Hoskins, afirmar ante un grupo exclusivo de señoras quién va a ser el segundo hombre en acompañarlo, de igual modo que hará el Primer Ministro Harold Wilson al referirse a una mujer como el mejor hombre de su gabinete.

Una escenita y el enlace de descarga pinchando aquí.

http://www.youtube.com/watch?v=ANbb17t4epY&w=320&h=266

«Nightcrawler» (2014)

Dan_Gilroy-JR_Mankoff_769.jpg
Dan Gilroy, por J.R. Mankoff

Recuerdo hace quizá poco más de dos años esa noticia sensacionalista, con lacerantes imágenes del suceso, sobre una niña china de dos años atropellada de manera casi consecutiva en una especie de almacén por una furgoneta y un camión. Falleció ante la pasividad de decenas de viandantes que pasaron de largo a su lado incluso sorteando su cuerpo. No vamos a caer en la grosería de decir que no fue impactante… pero ¿era necesario que decidieran en cada cadena, en cada informativo, en cada programa de entrevistas colocar la puñetera secuencia justo después de que los periodistas advirtieran una y otra vez al respetable acerca de la crudeza de las imágenes? No sé yo. Da la impresión de que el share manda por encima de cualquier otra realidad y no hay nada que conduzca a un individuo a detener su mirada en una imagen como la previa advertencia de que va a ser terrible. Ya la rodó muy bien Amenábar en su opera prima “Tesis”, cuando al inicio de la cinta y desde el punto de vista de la protagonista nos hacía el director circular paralelamente al arcén del metro donde acababa de ser destripada por el tren una persona. Justo cuando el espectador estaba a punto de ver las vísceras un policía nos sacaba de plano dejándonos con un palmo de narices.

También “Nightcrawler” -que podría traducirse salvando dobles sentidos como rondador nocturno– es la primera película como realizador del guionista Dan Gilroy, al que tampoco hay que reconocerle en esta última faceta excesivos logros hasta este afortunado debú en la dirección, y no era baladí la parrafada inicial acerca del tipo de espectadores a los que ofrecen carnaza los medios de comunicación con el propósito de que, antes de evaluar la audaz y terrible crítica del filme a la televisión, comencemos nosotros mismos a entonar el mea culpa y, sólo tal vez, asumir nuestra parte de responsabilidad. En “Nightcrawler” todos y cada uno de los personajes tienen un precio, por mucha dignidad que aparenten sostener al principio en una escogida escala de valores, y se hacen eco de la precisa sentencia de Benjamin Franklin quien afirmaba acertadamente que «de aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero».

nightcrawler_by_edgarascensao-d8ezi3j
Nightcrawler by edgarascensao

Podríamos concluir para el desasosiego que una de las mejores causas a favor de este demencial alegato contra la sociedad complaciente es que desde el minuto uno hasta el pitido final el espectador se pasa hora y media absolutamente cabreado con lo que ve -aunque Gilroy apenas nos obsequie con cuatro gotas de sangre- y con el mal cuerpo de un lunes de resaca. Lo que nunca ha importado es la veracidad de la noticia, como puede contemplarse con solemne pasotismo en una fase de la película tras una investigación por allanamiento, sino la alarma social, que es la que genera audiencia: las imágenes de un chicano abatido a tiros por la policía después de asaltar una mansión de un barrio residencial son meridianamente más oportunas que las que confirmen que el chicano sólo pasaba por allí.

Huelga decir que no es la primera vez que a un director se le ocurre poner a caldo al mundo de la prensa, algunos de manera magistral: las tres versiones de la obra de teatro de Ben Hecht y Charles MacArthur, la más conocida de ellas probablemente la titulada “Primera plana” (1974, Billy Wilder); la interesante “El ojo público” (1992, Howard Franklin) con un nuevamente excelente Joe Pesci; y la innecesariamente truculenta “Asesinos natos” (1994, Oliver Stone) pueden servir de ejemplos, pero el estilo y enfoque de Gilroy, cuyo filme puede recordar en algunos aspectos como la ambientación a la acertadísima “Drive” (2011, Nicolas Winding Refn), supera con creces a las dos últimas. Tal vez porque decide no dejar títere con cabeza y lo consigue desde el pragmatismo más odioso y nauseabundo partiendo de un maquiavélico, delgaducho y estelar Jake Gyllenhaal quien, salvando gloriosas excepciones (léase, por poner un ejemplo de los nefandos, “El día de mañana”), parece poseer un ojo exquisito a la hora de elegir sus papeles sin importarle excesivamente el riesgo de apostar por giros menos comerciales en determinados géneros, como ya demostrara en “Donny Darko”, “Brokeback Mountain”, “Zodiac”, «Código fuente»… Y la cosa le sale a pedir de boca, pues aunque puede resultar inaudito hasta qué extremos puede llegar un individuo común para alcanzar la gloria, Gyllenhaal hace creíble lo imposible.

El pacto de René Russo con Satanás, a la que se le ve bastante mejor incluso que a Dorian Gray a pesar del paso de los años, daría para otra reseña.

Os dejo el tráiler y más abajo enlace de descarga, no vaya a perder las buenas costumbres adquiridas de manera reciente gracias al señor Montoro.

Para enlace de descarga directa pincha aquí
 

Yuyutsu RD Sharma

768px-Yuyutsu_Sharma
Yuyutsu Sharma

Cosas más importantes que el inexistente Yeti o los sherpas, quienes sin apoyo de  oxígeno artificial suben una y otra vez al Everest, podemos hallar cerca de la cordillera de los Himalayas. Se llama poesía, y en mi incultura supina, hube de esperar a que hace cinco años el festival internacional Cosmopoética invitara al más ínclito poeta del sur de Asia, el nepalí Yuyutsu Sharma, para conocer de esas beldades.

Su poemario recopilatorio Poemas de los Himalayas, en una delicada edición bilingüe, me lo embebí como el perdido en el desierto que encuentra un oasis. Extraño, por momentos obscuro, pero repleto de una sensibilidad exquisita que hace gala de sus raíces, sus poemas son pequeños fragmentos de vida: nos hablan de paisajes, animales, naturaleza en suma, donde lo cotidiano se transforma en un lugar donde se hace presente lo espiritual y lo irrepetible.
Pero lo que poderosamente llama la atención en sus versos es esa compasión budista con un particular aprecio hacia las clases más desfavorecidas y débiles de su país de origen, con especial predilección hacia las mujeres.

«La poesía en nuestra cultura tiene una larga tradición. La poesía es el ritual, el juego que tú vives o desempeñas en la vida. No son sólo palabras sino una forma de vivir. Desde tiempos inmemoriales tenemos una larga tradición. Cada momento de lo cotidiano está lleno de poesía para nosotros. Así pues, la poesía es una forma de estar en la vida. No es sólo una cosa académica», decía el propio Sharma en una brevísima entrevista concedida durante la inauguración del festival. «En Nepal tenemos terribles turbulencias políticas y en el subcontinente indio. La poesía tiene un importante rol que define la identidad de la tradición en nuestro país. En Nepal no existiríamos sin poesía».

El mundo no existiría sin poesía.
Sigue leyendo