«Nightcrawler» (2014)

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Dan Gilroy, por J.R. Mankoff

Recuerdo hace quizá poco más de dos años esa noticia sensacionalista, con lacerantes imágenes del suceso, sobre una niña china de dos años atropellada de manera casi consecutiva en una especie de almacén por una furgoneta y un camión. Falleció ante la pasividad de decenas de viandantes que pasaron de largo a su lado incluso sorteando su cuerpo. No vamos a caer en la grosería de decir que no fue impactante… pero ¿era necesario que decidieran en cada cadena, en cada informativo, en cada programa de entrevistas colocar la puñetera secuencia justo después de que los periodistas advirtieran una y otra vez al respetable acerca de la crudeza de las imágenes? No sé yo. Da la impresión de que el share manda por encima de cualquier otra realidad y no hay nada que conduzca a un individuo a detener su mirada en una imagen como la previa advertencia de que va a ser terrible. Ya la rodó muy bien Amenábar en su opera prima “Tesis”, cuando al inicio de la cinta y desde el punto de vista de la protagonista nos hacía el director circular paralelamente al arcén del metro donde acababa de ser destripada por el tren una persona. Justo cuando el espectador estaba a punto de ver las vísceras un policía nos sacaba de plano dejándonos con un palmo de narices.

También “Nightcrawler” -que podría traducirse salvando dobles sentidos como rondador nocturno– es la primera película como realizador del guionista Dan Gilroy, al que tampoco hay que reconocerle en esta última faceta excesivos logros hasta este afortunado debú en la dirección, y no era baladí la parrafada inicial acerca del tipo de espectadores a los que ofrecen carnaza los medios de comunicación con el propósito de que, antes de evaluar la audaz y terrible crítica del filme a la televisión, comencemos nosotros mismos a entonar el mea culpa y, sólo tal vez, asumir nuestra parte de responsabilidad. En “Nightcrawler” todos y cada uno de los personajes tienen un precio, por mucha dignidad que aparenten sostener al principio en una escogida escala de valores, y se hacen eco de la precisa sentencia de Benjamin Franklin quien afirmaba acertadamente que «de aquel que opina que el dinero puede hacerlo todo, cabe sospechar con fundamento que será capaz de hacer cualquier cosa por dinero».

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Nightcrawler by edgarascensao

Podríamos concluir para el desasosiego que una de las mejores causas a favor de este demencial alegato contra la sociedad complaciente es que desde el minuto uno hasta el pitido final el espectador se pasa hora y media absolutamente cabreado con lo que ve -aunque Gilroy apenas nos obsequie con cuatro gotas de sangre- y con el mal cuerpo de un lunes de resaca. Lo que nunca ha importado es la veracidad de la noticia, como puede contemplarse con solemne pasotismo en una fase de la película tras una investigación por allanamiento, sino la alarma social, que es la que genera audiencia: las imágenes de un chicano abatido a tiros por la policía después de asaltar una mansión de un barrio residencial son meridianamente más oportunas que las que confirmen que el chicano sólo pasaba por allí.

Huelga decir que no es la primera vez que a un director se le ocurre poner a caldo al mundo de la prensa, algunos de manera magistral: las tres versiones de la obra de teatro de Ben Hecht y Charles MacArthur, la más conocida de ellas probablemente la titulada “Primera plana” (1974, Billy Wilder); la interesante “El ojo público” (1992, Howard Franklin) con un nuevamente excelente Joe Pesci; y la innecesariamente truculenta “Asesinos natos” (1994, Oliver Stone) pueden servir de ejemplos, pero el estilo y enfoque de Gilroy, cuyo filme puede recordar en algunos aspectos como la ambientación a la acertadísima “Drive” (2011, Nicolas Winding Refn), supera con creces a las dos últimas. Tal vez porque decide no dejar títere con cabeza y lo consigue desde el pragmatismo más odioso y nauseabundo partiendo de un maquiavélico, delgaducho y estelar Jake Gyllenhaal quien, salvando gloriosas excepciones (léase, por poner un ejemplo de los nefandos, “El día de mañana”), parece poseer un ojo exquisito a la hora de elegir sus papeles sin importarle excesivamente el riesgo de apostar por giros menos comerciales en determinados géneros, como ya demostrara en “Donny Darko”, “Brokeback Mountain”, “Zodiac”, «Código fuente»… Y la cosa le sale a pedir de boca, pues aunque puede resultar inaudito hasta qué extremos puede llegar un individuo común para alcanzar la gloria, Gyllenhaal hace creíble lo imposible.

El pacto de René Russo con Satanás, a la que se le ve bastante mejor incluso que a Dorian Gray a pesar del paso de los años, daría para otra reseña.

Os dejo el tráiler y más abajo enlace de descarga, no vaya a perder las buenas costumbres adquiridas de manera reciente gracias al señor Montoro.

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Yuyutsu RD Sharma

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Yuyutsu Sharma

Cosas más importantes que el inexistente Yeti o los sherpas, quienes sin apoyo de  oxígeno artificial suben una y otra vez al Everest, podemos hallar cerca de la cordillera de los Himalayas. Se llama poesía, y en mi incultura supina, hube de esperar a que hace cinco años el festival internacional Cosmopoética invitara al más ínclito poeta del sur de Asia, el nepalí Yuyutsu Sharma, para conocer de esas beldades.

Su poemario recopilatorio Poemas de los Himalayas, en una delicada edición bilingüe, me lo embebí como el perdido en el desierto que encuentra un oasis. Extraño, por momentos obscuro, pero repleto de una sensibilidad exquisita que hace gala de sus raíces, sus poemas son pequeños fragmentos de vida: nos hablan de paisajes, animales, naturaleza en suma, donde lo cotidiano se transforma en un lugar donde se hace presente lo espiritual y lo irrepetible.
Pero lo que poderosamente llama la atención en sus versos es esa compasión budista con un particular aprecio hacia las clases más desfavorecidas y débiles de su país de origen, con especial predilección hacia las mujeres.

«La poesía en nuestra cultura tiene una larga tradición. La poesía es el ritual, el juego que tú vives o desempeñas en la vida. No son sólo palabras sino una forma de vivir. Desde tiempos inmemoriales tenemos una larga tradición. Cada momento de lo cotidiano está lleno de poesía para nosotros. Así pues, la poesía es una forma de estar en la vida. No es sólo una cosa académica», decía el propio Sharma en una brevísima entrevista concedida durante la inauguración del festival. «En Nepal tenemos terribles turbulencias políticas y en el subcontinente indio. La poesía tiene un importante rol que define la identidad de la tradición en nuestro país. En Nepal no existiríamos sin poesía».

El mundo no existiría sin poesía.
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«ReMine, el último movimiento obrero» (2014)

     «Si todos los sectores de este país tuvieran los cojones que tenemos los mineros…»

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Fuerza Mineros by LarryMoe2012

Poco fino, sí, pero a veces la finura hay que guardársela donde la espalda pierde su casto nombre para que la verdad sin fisuras salga a la luz haciendo aguas todos los planteamientos timoratos y autoexculpatorios acerca de que la lucha por la justicia no sirve de nada.
Si todos los sectores de este país tuvieran los cojones de hacer huelga indefinida, de andar 400 kilómetros hasta Madrid, de encerrarse 50 días a 600 metros de profundidad para defender sus derechos y los de sus familias… Si todos los sectores de este país tuvieran en sus genes el valor amarrado en años por el sector de la minería, que cambió la forma de lucha obrera en este país en la década de las años 30 y sobre todo de los 60 del siglo pasado, ¡ay! si tuviéramos menos miedo que vergüenza.

Marcos M. Merino no había dirigido en su vida, era un sencillo cámara de Telecinco, pero asturiano, claro, como todo el pueblo de esa región afectado por las amables normas de la Unión Europea que selecciona lo que es útil o no en función de poder importar materias primas más baratas de otros sitios aunque ello supongo la condena al paro y la pobreza de cientos de familias, y que los gobiernos de este país -empezando por el supuestamente de izquierdas Zapatero que comenzó bloqueando las subvenciones- decidieron seguir a pie juntillas como esos seres más cobardes que vergonzosos. Y Merino no es condescendiente, no oculta la violencia de los cortes de carreteras, de los lanzamiento de cohetes… métodos que muchas de las propias mujeres de los mineros no comparten, pero comprenden, porque de ellos depende el pan y la vida. Hasta Gandhi dijo aquello de «allí donde sea necesario elegir entre violencia y pasividad siempre aconsejaré la violencia». Lo importante es la lucha, ni siquiera los resultados obtenidos cuando es la propia dignidad como persona lo que está en juego, y para renunciar al enfrentamiento no puede servirnos de excusa un insolidario pacifismo, la bondad de los que no tienen enemigos, la ética que es doble moral.

     Si todos los sectores de este país tuvieran los cojones que tienen los mineros, si fuésemos conscientes de la archiconocida frase de que «si luchas puedes perder, pero si no luchas estás perdido» y que cobra pleno sentido en ReMine, un documental solidario y responsable, no sentiríamos falsas indignaciones del que pide pero no hace nada para que el deseo le sea concedido.

Me enrabieto con la ausente presencia de los sindicatos, con su servilismo, con los esquiroles de verdad, con los alcaldes que apoyan de boquilla para no perder el puesto… me emociono viendo el rostro de los mineros al llegar a Sol, sus gestos cuando observan tanta peña alrededor en notoria solidaridad con su lucha. Pero me emociono hasta el tuétano escuchando sin aburrimiento en boca de los obreros ese soniquete que le sirve de banda sonora a toda la vida, a toda su lucha obrera de siempre, a su denuncia: Santa Bárbara Bendita:

En el pozo María Luisa,
tranlaralará, tranlará, tranlará.
murieron cuatro mineros.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
murieron cuatro mineros.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
Traigo la camisa roja
tranlaralará, tranlará, tranlará.
de sangre de un compañero.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
de sangre de un compañero.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
Traigo la cabeza rota,
tranlaralará, tranlará, tranlará.
que me la rompió un costero.
Mira, mira Maruxina mirai,
mirai como vengo yo.
que me la rompió un barreno.
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
Santa Bárbara bendita,
tranlaralará, tranlará, tranlará.
Patrona de los mineros.
Mirad, mirad Maruxina mirad,
mira como vengo yo.
Patrona de los mineiros.
Mirad, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
Mañana son los entierros,
tranlaralará, tranlará, tranlará,
de esos pobres compañeros,
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
de esos pobres compañeros,
Mira, mira Maruxina mira,
mira como vengo yo.
https://www.youtube.com/watch?v=x2FjKa7Bhwk

Me jode

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     Me joden

las deshonrosas cápsulas de café de ‘comercio justo’ de Nestlé al tiempo que el grueso de su flota ayuda a mantener en la miseria a veinticinco millones de familias productoras de grano
la soja biológica en ingredientes pero explotadora contundente de pobrezas y de medio ambiente
el insultante porcentaje dedicado a causas sociales que anuncian a bombo y platillo si compro noséqué cosmético que cuesta una pasta gansa en virtud de otro noséqué
la eufemística congelación de salarios de ministros, eurodiputados, presidentes cuyos sueldos rondan los sesenta y cinco mil euros brutos al año (sin complementos)
los médicos fumadores que me adoctrinan sobre los graves riesgos para la salud que conlleva proseguir con una dieta vegetariana
los veinte millones de euros donados a Cáritas Española por Amancio Ortega gracias a los beneficios empresariales obtenidos gracias a subcontratas que explotan niños en Bangladesh
que Cáritas lo haya aceptado
la ilusoria Responsabilidad Social Corporativa que se inventan en Coca-Cola, Endesa, McDonald’s…
los trescientos, quinientos, setecientos euros desembolsados por un pedigrí mientras cada día sacrifican decenas de sin-raza en las perreras
que informen de la existencia de una huelga y hasta de la supuesta violencia de quienes convocan pero olviden anunciar la causa que apoyan

     Me jode mucho
la solidaridad impostada de los insolidarios de costumbre
la embustera austeridad de los que nada les falta
que se permita la falsedad, la falacia, la estulticia y haya que pagar por un puto sello lo que no se exige a los conservantes ni colorantes artificiales E nosécuántos
la coherencia de los incoherentes exigida sólo a lo ajeno
nuestro absurdo antropocentrismo que nos eleva a la categoría de nefandos guardianes del resto de especies
el sesgo voluntario y preciso de quien tiene la obligación de informar

Y aprecio desde las entrañas
la insolidaridad sufriente del que lucha por un cambio
la donación ínfima del pobre
la verdad, el compromiso, la inteligencia que no hace justificar lo injustificable aunque caiga uno mismo
la dolorosa incoherencia de los que luchan por ser coherentes
que se le perdone la vida a una mosca, simplemente por que sí
la obligada denuncia de la mentira, del fraude, de la manipulación…

Y saltarse la ley, aunque sea a trompicones, cuando va contra la conciencia