«Niños de calle»

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Child by Wolfie-chama

     «Soy occidental, luego fagocito», podría ser el lema a mostrar por toda la tierra cada vez que un urbanita del mundo (sub)desarrollado pone sus zarpas en alguna parte del resto del planeta. Y no importa quien caiga, porque el derecho siempre me ampara, y si no lo hace me lo invento.

     Incluso ante aquellas situaciones de más flagrante adulterio respecto a los derechos de las personas más débiles, habrá alguna cuestión trascendental (que suele ser económica, todo sea dicho) que me permita hacer de mi capa un sayo y de mis ojos visera.  Por poner un poner: la destrucción de favelas para dejar paso libre a las solidarias Olimpiadas de Río que gustosamente contemplaremos en nuestras pantallas planas de nosécuántas pulgadas sin echar cuentas de los centenares de niños y niñas expulsados de sus hogares o que están siendo sacados de las calles (más bien eliminados) por gusto e imagen del contribuyente.

      Ea, que nos aproveche si no nos abruman las ganas de vomitar. Va por la infancia dolorida, la injustamente usada para nuestros fines… la que nunca ha tenido voz ni voto.

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«Marionetas»

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Puppet Not by altair4444

        Decía Ernesto Sabato que «si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa». No es el primero ni el último que afirma la complicidad y responsabilidad de aquellas personas que sabiendo de situaciones injustas prefieren evitar los conflictos y lanzar al vuelo un paz y amor.

      En estos últimos días he tenido la oportunidad (y la suerte) de poder debatir con personas, que me parecen de lo más honradas y responsables a nivel social y revolucionario, sobre la validez (o no) de la noviolencia como forma de resistencia y activismo frente a la militancia que no renuncia a ningún método cuando el objetivo es el bien común y la caída de un sistema injusto.

          Podemos debatir, confrontar, estar en desacuerdo… pero con lo que no se debe perder demasiado tiempo es esperando a que el sistema cambie solo, por buena voluntad, y no hacer nada al respecto es la única opción ilegítima al ciento por ciento.

          Una marioneta es lo más deseado por cualquier nación. Que compusiera esta canción hace casi veinticinco años y siga en boga puede no ser motivo de demasiada esperanza, pero en este cuarto de siglo he visto cada vez a más compañeros y compañeras que resisten.

MARIONETAS

He visto marionetas de traje gris marcando un ritmo marcial

y un par de tetas de maniquí en busca de humanidad.

Cibernéticos y escépticos los rostros de un gran futuro,

Tan experto e inmaduro que es difícil entre el claro-oscuro de salvar.

625 ilusiones encuadradas en pal-color.

Que importa ser si puedes tener sin ser ni un poco mejor.

Patológicos, neuróticos los medios como los fines,

Y en la vida como en cine siempre gana quien tiene más bíceps ¡vaya marrón!

Pero en rosa es el deseo de las cosas que me creo,

Que dar rienda a este sistema es aceptarlo igual.

Es sentirse marioneta y simular que es una treta

Pa’seguir en la cuneta sin pensar.

Millones de borregos en el redil opinan que be, be, beee.

Me dijo un ciego que pa’vivir lo mejor es mirar sin ver.

Epidémicas y endémicas las causas de nuestros males;

Este mundo es de caudales, sólo quien tiene dinero vale ¡menuda fe!

Robótica integrada al dulce hogar y al cerebro del país.

No entienden nada de libertad, el programa es pensar por ti.

Catedráticos emblemáticos inventan literaturas

Sobre nuestra gran cultura que reposa en la basura del porvenir.

Pero en rosa es el deseo…

He visto multitudes buscando paz y haciendo escuchar su voz.

Pierden del túnel la oscuridad, se sienten rayos de sol.

Los noviolentos y auténticos van heredando la tierra,

Sin prejuicios, sin fronteras, siendo libres aunque con barreras, destruyendo el clon.

Porque en rosa es el deseo de las cosas que yo veo…

Dar la vida

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Xirinacs y otros compañeros practicando resistencia pasiva en manifestaciones pacíficas (1-8 de febrero de 1976 )

     Decía César Chávez que «lo más difícil de todo es morir con razón». Chávez, un líder campesino de origen mexicano, luchó  con firmeza desde la no-violencia en la década de los 60 a favor de la mejora de las condiciones laborales de los trabajadores de las viñas en EE.UU. Hoy día, sigue siendo la inspiración de muchos grupos por los derechos sociales. Chávez, al contrario que otros luchadores infatigables que desde la resistencia pacífica perdieron la vida en el campo de batalla, murió apaciblemente en una cama, lo que no resta fuerza a su legado.

     Es obvio que, como todo ser humano, Chávez tenía fortalezas y debilidades y que nadie está exento de polémica habida cuenta de esa imperfección inherente a nuestra naturaleza. Pero la imperfección de un individuo no hace necesariamente menos válida su opción. Por eso no vengo a hablar de Chávez, ni de Gandhi, ni de Luther King… sino de otro resistente no-violento, absoluto desconocido para el 99,9% de la humanidad, excepto para aquellos por los que luchó arriesgando su vida y para aquellos otros que tuvimos la suerte de conocerlo.

     Faustino era sacerdote franciscano. Pasó 30 años de su vida como párroco de una pequeña misión olvidada por todos en Contamana, un poblado a orillas del río Ucayali en mitad de la selva amazónica peruana. A finales de los años 80 y principios de los 90 del pasado siglo, tanto el ejército como el MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru) presionaban a los campesinos en direcciones opuestas, unos mediante el asesinato masivo, y el grupo armado alistando a menores para incorporarlos a la guerrilla y atemorizando a las familias para obligarles a abandonar la selva y hacinarse en los pueblos jóvenes de Lima para forzar la revolución. Poco antes de que Faustino llegará al poblado, un tiroteo indiscriminado durante la noche en Contamana hizo que sus calles amanecieran sembradas de cadáveres. El sacerdote que llevaba entonces la parroquia tuvo que ser sustituido aquejado de crisis de ansiedad.

      A los cuatro años de llegar al poblado, en una de las épocas más terribles del gobierno de Fujimori, decenas de campesinos eran conducidos al buque de guerra de la marina que “guardaba” de todo mal las aguas de suyo tranquilas del Ucayali, supuestamente para ser interrogados, pero desaparecían sin dejar rastro, para ser encontrados, unos sí y otros no, al cabo de los días en el fondo del río con un tiro en la cabeza. Faustino comenzó a denunciar la situación, primero al alcalde, luego en el Consejo Departamental de Loreto… Ante la obvia falta de respuesta, decidió entonces redactar una carta con nombres de desaparecidos y posibles implicados y entregarla a las asociaciones de Derechos Humanos. Mientras, debido a su insistencia en la justicia, su nombre aparecía como numero uno de persona non grata en la lista negra del ejército para futuras desapariciones. Tuvo que dormir varias noches en el sobretecho del templo para evitar ser asesinado y, durante el día, ir siempre acompañado por personas de su confianza hasta llevar a cabo el plan de fuga y dar en mano la misiva que, naturalmente, no podía enviar por correo.

    A la hora esperada, la noche esperada y de la forma esperada, Faustino agarró su motocicleta de tres al cuarto, le metió pastilla justo cuando la avioneta estaba a punto de despegar, se colgó casi de la portezuela dejando tirado el ciclomotor medio fundido y tras aterrizar en Pucalpa entregó la carta en mano.

     Regresó a los días, con todo más o menos controlado, y las desapariciones dejaron de suceder. Sigue leyendo

«Héroes y villanos»

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Mortadelo Y Filemon by DeviatedUpuaut

    Decía el grueso periodista Abbott Liebling que «la gente confunde lo que lee en los periódicos con las noticias». Buena parte de razón no le faltaba y si echamos la vista a los libros de historia podemos decir sin rubor tres cuartos de lo mismo. Lo mejor antes de meterle mano a cualquier ensayo es investigar sobre quién lo ha escrito y de quién depende la editorial que lo publica.

        Incluso el acto más vil tiene dos perspectivas al menos y dejarnos guiar sólo por la del que vence es mal augurio. Tras el atentado de las Torres Gemelas compuse esta canción, que no sé yo si me la distribuirían en EE.UU.

       Esta de regalo no es la mejor versión que hicimos, pero fue en un ensayo improvisado y me trae magníficos recuerdos.

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