SECCIÓN DE RECURSOS HUMANOS*
Versión 1:
Trabajador/a X: hola, quería consultarle si podía pedir un día de asuntos propios para mañana. He tenido algunos problemas personales y…
Recursos Humanos: no, no es posible. Es obligatorio solicitar los días de asuntos propios con al menos 15 días de antelación. Figura en el convenio, en el apartado de licencias retribuidas.
Trabajador/a X: es que es muy urgente, ¿no podría hacer una excepción? Aunque sea sin cobrar el día.
Recursos Humanos: no, si hago una excepción contigo mañana cualquier compañero se creerá con el mismo derecho y vendrá a solicitarme otra cosa. Para otra ocasión hazlo con la debida antelación.
Trabajador/a: adiós.
Recursos Humanos: hasta luego.
Versión 2:
Conchi: Javi, ¿podría pedirme mañana de asuntos propios?
Javi: ¿ha pasado algo? Estás rara.
Conchi: mi marido, que ha intentado suicidarse.
Javi: Pero… ¿no estaba ya mejor? Lo siento.
Conchi: sí, ya no bebe, pero los problemas económicos que estamos teniendo le están agobiando y esta mañana se ha tomado un bote de pastillas. Me han dicho que le dan el alta esta noche, pero que sería recomendable que alguien estuviera con él las próximas 24 horas y no quiero dejarlo solo por las noches.
Javi: no te preocupes, lo importante es que estés con él ¿Cuando entrabas de turno?
Conchi: mañana, de turno de noche.
Javi: pues ya está, llamo a Ana que te sustituya.
Conchi: que si tengo que cambiar turno no pasa nada. O devolverte las horas.
Javi: no, no, ya vemos cómo lo hacemos, pero no te preocupes. Y si necesitas otro día me vas diciendo cómo vais.
Conchi: gracias, Javi.
Javi: para eso estamos.
¿Qué hay distinto en ambas versiones de la misma historia?
Invito al personal a repensar detenidamente sobre las posibles diferencias -que van muchísimo más allá del resultado- y a discernir si en ellas puede residir en buena medida un enfoque u otro.
El funcionamiento de Recursos Humanos de las empresas es el paradigma de la sociedad impersonal, robótica, capitalista y neoliberal en la que estamos inmersos y que somos hasta capaces de normalizar y asumir como el menor de los males posibles. Porque si no, todo el monte sería orégano. Aunque si todo fuera orégano, en realidad tampoco iba a salir perdiendo yo. Sigue leyendo