«Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen» (Albert Camus)
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¿Nos duele?

Pain by BlackSnoopy
“Señor, nuestro mundo gime, cargado de heridas.
Duele la guerra provocada entre países pobres.
Duele el hambre, la injusticia, la incultura…
Duelen los inmigrantes, refugiados, parados y excluidos…
todos los que tienen sus derechos pisoteados
y no cuentan en esta loca historia nuestra”.
Alrededor de una alargada mesa de madera, sentados cómoda e impávidamente en unas sillas de plástico, con el folleto de la celebración en la mano y escuchando -u oyendo al menos- la oración. Así estábamos, más frescos y saludables que el plato de alubias blancas con maíz y cebolla que frente a cada uno de los comensales debería de servir de única cena en aquella noche de, en repetidas ocasiones, puntual solidaridad con quien suele irse a diario al catre con un tesito o una mano delante y otra atrás.
No suelo ir yo al médico. Igual que la mayor parte de la peña que conozco. A menos que la cosa no mejore por sus propios medios -o con algún que otro remedio natural en mi caso- prefiero aguantar las molestias, su incomodidad, antes que llevar a efecto el esfuerzo ínclito de pedir cita, perder el tiempo y luego tomarme lo que me digan sólo hasta que crea que ya ha hecho efecto, por más que digan eso de que los antibióticos hay que tomarlos en la dosis y el tiempo convenidos. Algún que otro hipocondríaco conozco, no voy a negarlo, de esos sufridores que creen tener cada una de las enfermedades existentes en el planeta y en el resto de galaxias, que a todos nos hacen mártires pues con un simple escozor acuden el especialista que se las pelan no vaya a ser el comienzo de una enfermedad venérea.
Pero lo normal -si se me permite la boutade de emplear tan abstruso término- es esperar. Porque no duele y, como no duele, sólo supone incomodidad y molestia, no se hace necesario liarla parda ni buscar soluciones. Sigue leyendo
Los buenos y los malos
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«Historia es, desde luego exactamente lo que se escribió, pero ignoramos si es lo que sucedió» (Enrique Jardiel Poncela)
«Negociador» (2014)

Borja Cobeaga, 2007
Borja Cobeaga ha sido foco de atención hace justo una semana. Por un twitt de su cuenta personal en el que mostraba su indignación tras no desfilar por la alfombra roja los guionistas nominados en la 30 edición de los Premios Goya. Antonio Resines, actual presidente de la Academia Española de Cine le pidió disculpas, que fueron aceptadas cordialmente.
El caso es que Cobeaga se ha hecho más conocido por vainas -perdón por el exceso- que por los méritos sobrados que atesora para ella. A ese acontecimiento reciente al que hacíamos referencia, habría que sumar para complacencia del público general e injusta parcialidad curricular que fue co-guionista de “Ocho apellidos vascos” así como de su secuela, “Ocho apellidos catalanes”. A Dios gracias, a veces las nominaciones hacen más justicia que el público o los intereses económicos, y ese traspiés de no dejarle pisar ni un hilo de alfombra ni a él ni al resto de guionistas -por motivos parece ser que meramente organizativos- pudo llevarse a efecto tras ser nominado no por la cinta de Emilio Martínez-Lázaro sino por la que nos ocupa, “Negociador”, en la que también ejerció las labores de director.
Por otra parte, Cobeaga ya debería ser recordado por los cinéfilos desde su estreno tras las cámaras en 2009 con la comedia “Pagafantas”, que también supuso si primera nominación a los Goya como guionista y como director novel, y que, al igual que “Negociador” supone un enfoque muy distinto, peculiar y arriesgado a géneros trillados y en exceso comunes en el séptimo arte y, de manera particular, en nuestro cine.
No parecía fácil romper moldes con una comedia romántica supuestamente al uso como fue “Pagafantas”, pero aún más difícil y arriesgado era tocar el tema de las negociaciones del Gobierno español con ETA durante la tregua de 2005 y hacerlo desde la acidez explícita de la sátira y de la comedia negra. Cobeaga no sólo sale indemne, sino que supera el escollo con nota. Sigue leyendo