Concierto 75 aniversario de la HOAC (y II)

Las compas de la HOAC grabaron también una parte del concierto. Además de los dos temas de la entrada anterior, que fueron de la parte final, podéis escuchar los dos primeros: Héroes y villanos, y Del 69.

Un abrazo fuerte.

Concierto 75 aniversario de la HOAC

    Agradecidas a las personas que pensaron en el grupo para amenizar el acto de sensibilización de la HOAC por un trabajo digno y decente. Y más agradecido todavía a la vida por la oportunidad de volver a tocar junto a la gente que quiero, el día de mi cumpleaños. Algunas de ellas, personas que nos unimos hace 20 años y, con idas y venidas, seguimos juntas en la música.

Los dos temitas que grabamos en video. El volumen del coro anda un poco subido. Cosas del técnico, que algo tocaría en mitad del concierto y luego no corrigió, pero esperamos que los disfrutéis: Marionetas y Vida del Ucayali.

https://video.nogafam.es/videos/watch/82d2c562-3bc7-45e2-85ad-3044eb9ac2dc

https://video.nogafam.es/videos/watch/dc847d9d-04c2-4eb7-8163-8d27a65c07b4

Concierto 8 de mayo Día de la HOAC: Promo

      Pues justo un día antes de que nos creamos libres simplemente porque se acaba el estado de alerta, mini-concierto por el Día de la HOAC. 75 añitos de nada «Tendiendo puentes».

     Deseando tocar de nuevo, y con Valen, nuestro baterista y percusionista, que hacía una barbaridad que no nos juntábamos como grupo total.

      Os esperamos.

Concierto 23 de octubre: adelanto

Regresamos a los escenarios (que siempre queda bien esa frase, aunque ni vaya a haber escenario ni tengamos que subirnos a ningún lado). Si nos respeta un poco la pandemia con su índice de contagios nos vemos con aforo reducido guardando las medidas de seguridad.

Un adelanto con un tema que grabamos en el último ensayo del viernes en condiciones de sonido similares a las que queremos tener para el concierto.

LA SOLEDAD DE MI CEPILLO DE DIENTES

Que triste es la soledad de mi cepillo de dientes,

que ingrávida libertad me da el mando de la tele.

Cajones de vacuidad anuncian que ya no vuelves,

rebosan de una verdad que duele.

La cama perdió piedad y el sexo sus días de suerte;

las musas a celebrar mi nueva pena de muerte.

El piso es un hospital sin medios que me remedien;

si el tiempo me ha de curar, que espere.

Y no me preguntes más lo que me hace recordar,

las cosas son sólo fobias que sabré ignorar;

pero este mi corazón me sigue allá dónde voy,

llevártelo en la mochila es mi mejor opción;

pero este mi corazón se arrastra hasta dónde voy,

llévatelo, mi vida, por Dios.

Tus fotos cumplen la ley del destierro en el armario,

exhortan para que el juez no las convierta en pedazos.

Las prendas que eché a lavar me informan, sin pretenderlo,

que hay tanta ropa que echar de menos.

Y no me preguntes más…

llévatelo, mi vida, por favor…

llévatelo, mi vida, con Dios.

Mi única decisión, al margen de redimirte,

la ejerzo en esta canción con derecho a deprimirme.