Poliestireno expandido

527px-polystyrene

Polystyrene, by Yikrazuul

   Tiene diez años. Poca cosa, por más que los nenes de hoy día resultan ser, a espuertas, meridianamente más listos de lo que lo era yo a esa edad. E incluso con cuatro años más. Disfruta con su huerto urbano, con la pesca aunque no pesque nada, iluminando el salón con luces de discoteca, montando pasos de Semana Santa y Belenes o subiendo vídeos caseros a Internet para compartir todas esas cosas que le entusiasman.

    Ya tenía en mente alguna idea para la Navidad y le soltó a su tía:

    – Tita, ¿dónde puedo comprar poliestireno expandido?

    La susodicha se quedó tan anonadada como me hubiera quedado yo. A cuadros. E hizo la misma pregunta de ignorancia que hubiera hecho yo:

    – ¿Poli qué? ¿Eso qué es?

    – Titaaaa, pues con lo que hicimos la puerta del cole para el paso del año pasado.

    – Ahhh, pero eso es corchopán –muy digna.

    – ¿Corchopán? Se llama poliestireno expandido. O poliexpán.

    Me acordé del chiste aquel del paciente que va a la farmacia y pide una caja de ácido acetilsalicílico. “Una caja de aspirinas, ¿no?”, contesta el farmacéutico. “Eso, es que nunca me acuerdo del nombre”.

    Nos hacen reflexionar los infantes. Si andamos un poco despiertos. El niño se sabía al dedillo cual era la palabra técnica que hacía referencia a ese material porque le interesaba. Y cuando algo te interesa ves vídeos, lees sobre el tema, te informas… En definitiva, sacas tiempo hasta de debajo de las piedras para ser un experto en el asunto. Y ni se te ocurre pensar que te lo estás quitando de otra cosa: que no puedes ver los dibujos, que no puedes jugar a la Play, que es la mar de difícil hasta la pronunciación y no tiene sentido seguir dándole vueltas al tarro. Al final eres capaz hasta de deletrearlo. Y de atrás hacia adelante.

    En fin. Que nos dejemos de gaitas. Que si no tenemos tiempo para algo que insistimos en que nos interesa es porque nos preocupan más otras cosas. Para las que sí que sacamos tiempo. Y aunque pudiera referirme a buscar unos minutos para jugar con nuestros hijos, para hablar con los amigos y amigas, para ver esa peli que tanto nos gusta, en realidad estoy siendo bastante más bicho, y seguro que no hace falta explicarlo. Tú sabes el tiempo que tienes; tú sabes a qué lo dedicas.

    Aquello que podría hacerse y no se hace no es por falta de tiempo, sino de interés. Nos preocupa la situación de las cárceles. La de los parados. La de las personas que buscan asilo. La de los barrios en exclusión. Nos preocupa. Pero no nos informamos. Ni le dedicamos tiempo. Sí, seguro que nos preocupa un huevo. Como a mí montar un paso de Semana Santa. Por eso no sabía decir, hasta hace cuatro días, poliestireno expandido.

2 thoughts on “Poliestireno expandido

  1. Yo lo noto con el paso de los años: que tengo que poner coto a aquellas cosas que me interesan, que ya no puedo dedicarles el tiempo que les dedicaba antaño.

    Ahora tengo que seleccionar muy mucho aquello en lo que pienso invertir mi tiempo. Y es algo que me jode muchísimo, ya que mi mente va por un camino paralelo a mi resistencia/paciencia/ganas-de-aventurarme. Paralelo en el sentido de que el camino es similar, pero diferente.

    Es como si mi mente siguiese anclada en los 20 años mientras mi cuerpo está ya en los 50….

    En fin….lo que sí sé que voy a seguir haciendo es seguir a los amigos que, encima, escriben tan bien como tú.

    Un abrazo, y gracias por compartir.

Comments are closed.