Sin lugar a dudas, la mejor manera de explicar de qué va la novela gráfica esta, tan desconocida, llamada congruentemente Bitch Planet, es copiar el texto que aparece en la contraportada de sendos volúmenes con ligeras modificaciones (que coloco entre paréntesis):
¿Eres NO CONFORME?
¿Te AMOLDAS a tu ETIQUETA? (¿ENCAJAS bien en tu HUECO?)
¿Eres demasiado GORDA,
demasiado FLACA,
demasiado ESCANDALOSA,
demasiado TÍMIDA,
demasiado RELIGIOSA,
demasiado LAICA,
demasiado PUDOROSA,
demasiado SEXUAL,
demasiado GAY (QUEER),
demasiado NEGRA,
demasiado MORENA (RARA),
demasiado LO-QUE-SEA-POR-LO-QUE-TE-ESTÉN-JUZGANDO-(VAN-A-JUZGAR)-HOY?
Viendo la serie de HBO El cuento de la criada, basada en la novela homónima de Margaret Atwood (otra obra distópica como la que nos ocupa), en más de una ocasión me preguntaba dónde estaban metidas las chicas que se empeñaban una y otra vez en seguir siendo díscolas, o incluso aquellas que no pretendían serlo, sino que simplemente no se ajustaban a derecho ni a la norma social. Por poner un poner: ¿todas las mujeres de la República de Gilead eran heterosexuales o cisgénero? Menos mal que he tenido la oportunidad de leer el cómic de Kelly Sue DeConnick y Valentine De Landro para salir de dudas: todas las mujeres que no se ajustan a lo establecido y son no conformes están en la cárcel de Bitch Planet, porque «viviréis vuestras vidas haciendo penitencia y sirviendo aquí, y que la madre tenga misericordia de vuestra alma».
La novela de Atwood incidía en una sociedad patriarcal que esclavizaba a las mujeres en beneficio exclusivo del varón, pero la creación de DeConnick y De Landro da una vuelta de tuerca convirtiéndose en una especie de sentido homenaje a todas aquellas mujeres que son juzgadas por no ser lo que se espera de ellas, por no comportarse como debieran y deciden luchar con todos los medios a su alcance para liberarse de esa opresión blanca heteropatriarcal que decide hasta cómo debes peinarte, con quién acostarte o ante quién inclinar la cabeza.
Huelga decir que los dos volúmenes que componen hasta el momento la serie de Bitch Planet han sido publicados bajo el paraguas de una editorial independiente que cada vez tiene más adeptos, Image Comics, responsable también de la anterior obra de DeConnick, el originalísimo Western fantástico protagonizado por mujeres Bella muerte, y que sus creadoras son dos féminas, pues impensable sería que un varón fuera capaz de pergeñar tamaña idea.
DeConnick, guionista de una de las etapas más influyentes de la Capitana Marvel, fue invitada en 2012 a la Exposición Internacional de Cómic en Dundrum; a una web irlandesa no se le ocurrió otra cosa que presentarla como la esposa del también guionista Matt Fraction (del mismo modo que la princesa Leia es la hija de Anakin, la hermana de Luke y la esposa de Han Solo) e Internet se llenó de memes, incluso de emblemáticos sitios de noticias sobre cómics como Bleeding Cool, apoyando a la autora: Bleeding Cool Is Not The Wife Of Matt Fraction Either (Bleeding Cool tampoco es la esposa de Matt Fraction).
Afortunadamente, los seguidores y seguidoras de esta ínclita guionista son ya casi legión y durante la publicación en Estados Unidos de los números de Bitch Planet, en solidaridad con la idea de no conformidad, muchas personas mostraron su admiración por la obra tatuándose el símbolo de «Non-Compliance» (no-conforme) y publicándolo en sus redes sociales.