«Son todos iguales»

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Vote for Nobody by Mark-Bash

      Con este trasiego de las elecciones y de los resultados supuestamente sorpassi suele haber infinidad de variables a las que aferrarse según el caso y el interés. De previo el tema de marras se divide en dos posturas obvias y antagónicas: votar o no votar, y si hay numerosas opciones respecto a la primera posición: elegir una candidatura, blanco o nulo, no menos consideraciones se barajan en la segunda: desánimo, desconfianza, mera dejadez o firme convicción como es el caso de los anarquistas.

      La cosa es que se decida lo que se decida, sea con mayor o menor convencimiento, hay una idea repetida hasta la saciedad igual que un pesado mantra tanto antes como después del evento y a la que quizá sería justo renunciar nos convenga más o nos convenga menos: “si es que son todos iguales”, como haciendo eco de la máxima de Lenin cuando decía “la democracia es una forma de gobierno en la que cada cuatro años se cambia de tirano”.

      Llevo colaborando con Cáritas Parroquial desde hace cerca de 20 años; muchos han sido los partidos que han (des)gobernado la ciudad en tan rancia temporada: IU, PP, Psoe, y muchos los ajustes presupuestarios y modificaciones administrativas tras cada legislatura. Existen infinidad de asuntos de los que no entiendo, pero en este último año, desde que Ganemos Córdoba entró en el Ayuntamiento (con matices), hay un tema que jamás habría imaginado que podría pasar, y me sucede casi cada semana en la oficina.

      – Vengo porque me han mandao la carta de corte de agua y no tengo pa’ pagarla.

      – No te preocupes, desde hace un año ya no os cortan el agua si no tenéis dinero.

      – Es que tengo nenes chicos y…

      – Ve a Aguas Potables con recibo de corte, te lo sellan y te pasas por las asistentas y te lo paran de manera indefinida. Os van a dar hasta agua gratis.

     Es posible achacar la bondad de la medida a la lucha de colectivos sociales, y no sería del todo desacertado, pero esos mismos colectivos, durante otras legislaturas no estaban de brazos cruzados y sólo consiguieron una mierda. Muy grande. Oigo artículos de opinión en medios de comunicación acerca del daño que ha hecho a los movimientos sociales, a la movilización el que la lucha se haya transformado en un partido. Comparto mesa de reunión en colectivos con miembros de Ganemos que no han dejado sus grupos de origen, a algunos los conozco desde los tiempos del Movimiento de Objeción de Conciencia y ahora siguen dando guerra desde Stop Desahucios, y de lo poco que entiendo (ya decía que soy harto torpe) es que las personas más vulnerables de Córdoba gozan de más alternativas, de más derechos básicos y tienen a su disposición un centro ocupado con biblioteca, comedor social, talleres (que los de antes que eran iguales trataron de cerrar por todos los medios, incluso cortándoles el agua) porque determinados grupos de izquierda han entrado en el consistorio.

      Los hay que defienden los intereses de los ricos y quienes se ponen de parte de los pobres. No son todos iguales, no señor, votes o no votes.

2 thoughts on “«Son todos iguales»

  1. Qué va, hombre. De hecho todo lo que subo por aquí es Licencia Creative Commons BY-SA. Si a alguien le puede servir.

    No tengo la opción de compartir directamente en tuiter, Google, Féisbuk o Linkedin por temas de coherencia personal. Durante un par de semanillas lo dejé activo, pero después me lo pensé mejor y decidí darles puerta.

    Un abrazote.

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