Un relato sobre violencia machista que escribí cuando casi se decía que no existía. Como hoy día, sólo que ahora resulta menos creíble su inexistencia.
«Hubo una vez un espíritu impuro que cuando logró entender pidió con entera humildad a la amorosa misericordia de Dios poder ser canción.
Precisamente por lo inenarrable de su existencia sólo alcanza a ser, sine laude, el triste coprotagonista de nuestra historia».