Contaba Lucas al inicio del capítulo 18 de su evangelio la parábola aquella de Jesús acerca de la viuda y el juez injusto. Tan pesada se puso a diario la buena mujer reclamando sus derechos que el magistrado, arbitrario en grado sumo, al final acabó por ceder con el único objetivo de que lo dejara en paz: «Aunque no temo a Dios ni respeto a nadie, esta viuda me molesta tanto que voy a hacerle justicia, no sea que siga viniendo y me agote la paciencia».
El gobierno en pleno parece que goza de más paciencia aún y que nunca se le agota, quizá porque su deseo de injusticia es aún mayor por mucho que las viudas, los parados, los pobres aporreen su puerta igual que posesos de última esperanza. Mas a nuestros guías ciegos siempre les resta el inane recurso de hacer referencia a esa masa silenciosa que se queda en casa en lugar de asistir doloridos a cualquier manifestación y aseveran, como un falso profeta, que lo hacen porque apoyan sus tesis en lugar de dar por hecho que, tal vez, lo que sucedió es que se hartaron antes que la viuda de la parábola.
Necesito pues descongestionar mi ánimo y como es de sobra conocida la tendencia religiosa de quienes odian ser llamados casta y en este instante ostentan el poder, desde mi púlpito, afásico en virtud del silencio que intentan imponer, me dirijo a ellos para que, inmersos en su incoherencia supina, si no respetan a los hombres al menos se hagan conscientes de que van a ir de cabeza al infierno en el que creen, pues lo mismo con su cerrazón metafísico les importa algo más estar condenados para toda la eternidad que hacer el mal y estar condenando a la peña por un tiempo indefinido. Me apetece mandarlos al infierno, de manera literal, sin metáforas ni églogas.
Obviando en todo caso la santa mención que de los políticos corruptos hace Dante en “La Divina Comedia”, allá por el Octavo Círculo durante su paseo por el Infierno, a quienes considera inmersos en brea hirviente, recurro al evangelio que con toda probabilidad muchos de estos dirigentes tienen en su mesilla de noche como libro de cabecera justo al lado de la Constitución, que tanto reverencian cuando les peta.
– “Pero ¡ay de vosotros los ricos!, porque ya estáis recibiendo todo vuestro consuelo. ¡Ay de vosotros, los que ahora estáis saciados!, porque tendréis hambre. ¡Ay de vosotros, los que ahora reís!, porque os lamentaréis y lloraréis” (Lucas 6, 24-25). Más claro agua, por eso tienen esos sueldecillos de nada, que entre indemnizaciones, manutención, desplazamientos (aunque no tengan que desplazarse, que es lo de menos) rondan los 75.000€ anuales mientras cada vez hay más gente que reza por ser mileurista. Seguro que a principio de mes dan al menos la mitad a los pobres, como el óbolo de la viuda.
– “Imponen sobre la gente cargas pesadas y difíciles de llevar, pero ellos no mueven ni un dedo para levantarlas” (Mateo 23, 4). No hace falta haber estudiado en Oxford ni tener varias carreras para saber las espaldas de quiénes soportan sus cargas. Esas de las que no mueven ni un cuarto de uña para ayudar a sujetarlas. Los cambios legislativos (co-pago sanitario, recortes en educación y justicia…), como todo en la vida, han de afectar a la plebe, a los aplastados por la pirámide, pues a quien tiene de sobra le da igual que le cobren.
– «Todo el que trate con ira a su hermano será reo ante el tribunal; el que lo insulte será reo ante el consejo; el que lo llame renegado será reo de la gehenna de fuego» (Mateo 5,22). Me encanta ver un debate sobre el Estado de la Nación, un mitin político al borde de las elecciones o tras un determinado fiasco. Es interesante conocer cuántos insultos por palabra puede lanzar un ser humano. El programa, las explicaciones que se los inventen otros.
– “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. Porque fui extranjero y no me recibisteis” (Mateo, 41.43a). Esto es meridianamente falso y pido disculpas anticipadas por ello. Sí que los reciben como demuestran las imágenes cada dos por tres: con concertinas, palos y porras. Y si hay que recogerlos (que ese verbo es el empleado en alguna que otra traducción de estos versículos) se les recoge del suelo, aunque sea a patadas y se les devuelve por donde han venido, faltaría más, que somos más cristianos que el papa Francisco.
– “El siervo ese que, conociendo el deseo de su señor, no prepara las cosas o no las hace como su señor desea, recibirá muchos palos; en cambio, el que no lo conoce, pero hace algo que merece palos, recibirá pocos. Al que mucho se le ha dado, mucho se le exigirá; al que mucho se le ha confiado, más se le pedirá” (Lucas 12, 47-48). Esta, la definitiva, es gratis, de regalo, por si vuestra excusa, tan vacua y excrementosa como un sumidero, es argüir que no conocéis la voluntad del señor de la viña.
Es una verdadera suerte para mí, tan poco dogmático, no creer en el infierno más allá del que a cada uno a veces nos toca vivir (sólo me faltaba tener que aguantarlos también después de muerto) y que mi fe sea en un Dios más misericordioso que justo, porque me he saltado de un plumazo el más elemental de los deseos del maestro de Galilea: “no juzguéis y no seréis juzgados; no condenéis y no seréis condenados” (Lucas 6, 37), pero todos tenemos nuestros defectos… ¡y lo a gusto que me he quedado!
Por qué irá el gobierno al infierno ese en el que creen por Rafa Poverello se distribuye bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 Internacional.
Homo hominis lupus… Yo es que, sin excesos eso sí, soy más de Rousseau que de Plauto.Nadie es perfecto.
… sobre la palabra esperanza, yo creo que estamos los dos de acuerdo con la Rae, a ti te sugiere compromiso. La violencia reaccionaria desatada, diluye al individuo en la acciòn destructiva… que lo que quiere es destruir y mas allá de eso… están observando las consecuencias… pues los estrategas de este estallido violento, estos sí, pensando en su situaciòn personal. Los humanos utilizan a otros humanos para su beneficio… ese es el principio de toda 'sociedad' humana. El pueblo 'noble' no existe.
No puedo estar más de acuerdo contigo si entiendes esperanza como una actitud acomodaticia, pero si aceptamos, como es mi caso, la definición de la RAE es simplemente el estado del ánimo en el cual se nos presenta como posible lo que deseamos eso implica compromiso, si no no sería posible. De hecho, quien hace caer la cabeza de su opresor (algo que no comparto por no creer jamás en la violencia como recurso) normalmente no suele hacerlo por el mero hecho de sentirse más a gusto, si no porque considera que con ello su situación personal va a cambiar. Gandhi, maestro de la no-violencia, lo decía con una claridad supina: «allí donde sea preciso elegir entre violencia y pasividad siempre aconsejaré la violencia».Y como suelo decir: si la esperanza te impide vivir el presente, piérdela.
Hola buenas. Tienes razón, no piensan que Dios ha muerto, qué van a pensar… vivito y coleando lo tienen cogido por los huevos… trabajando para ellos… Tu última frase me recuerda al mito de la caja de Pandora. Una vez abierta, todos los malos espíritus se desatan, enturbiando y contaminando el aire… y en el fondo de la caja: la esperanza… cómo no… es lo único que queda. La esperanza puede ser un muy cruel enemigo, sería mejor cargársela y sobrevivir, eso sería dar un paso adelante. La esperanza se disfraza de miles de virtudes, idealizándolas, puede tomar la forma de la más bella mujer, pero no hay sustancia en ella. Bueno, un saludo de un alma gemela… del filmaffinity… «Ellos» quieren que la gente tenga esperanza para seguir asumiendo sus roles, y tirando del carro, si la esperanza se acabase de verdad, a día de hoy esa masa de gente dirigiría su odio directamente contra sus dirigentes, especialmente contra los más conocidos o populares… un indignado va a llorarle sus penas al que le acaba de dar una paliza… un desesperanzado va a cortarle el cuello a su agresor.
Un católico apostólico y romano de pro y perteneciente a movimientos eclesiales conservadores hasta el extremo -como es el caso de la mayor parte de los dirigentes que estamos hablando- no piensa que Dios ha muerto, sino que se le monta a su imagen y semejanza, ni les da igual Dios, sólo que se lo elaboran de arcilla según conveniencias. Como comentaba en uno de los primeros comentarios y en base a las cosas que he llegado a oír simplemente la capacidad de autojustificación del ser humano no tiene límites. Esto es lo que hace que cada perrito se lama su cipotito, no creer de manera literal, tal y como apostillaba Nietszche y otros maestro de la sospecha, que Dios no existe. Valga un ejemplo:No hace falta ser un experto en teología, en Jesús histórico, Cristología o exégesis bíblica para extraer con suma facilidad la infinidad de textos evangélicos en los cuáles se advierte del peligro de las riquezas, de la necesidad de compartir incluso lo necesario para vivir, de que los bienes materiales nos alejan de la justicia y del camino del seguimiento y de que el Hijo del hombre no tenía ni donde reclinar su cabeza. Pues bien, en el evangelio de Juan hay un versículo -con amplio sentido teológico y simbólico que no viene al caso. que dice que «la túnica se la echaron a suertes porque era de una sola pieza». Pues ahora resulta, para determinados sectores de la Iglesia que se agarran a ese texto como a un clavo ardiendo, que Jesús no era tan pobre ni renunció a los bienes materiales porque ¡las túnicas de una sola pieza sólo podían tenerla los ricos! Hay que ser memo.Lo mismo respecto al hecho, más que evidente según infinidad de textos que afirman lo contrario, de que Jesús justificaba la pobreza al decir en un sólo versículo de todo el nuevo testamento en un determinado contexto: «pobres siempre tendréis entre vosotros».Quien no tiene el más mínimo interés en cambiar de actitud y de vida descuida, que encontrará miles de motivos para mantenerse siendo un lerdo, quien desea ser solidario no hará falta ni que encuentre un texto que se lo ponga en bandeja. No todo el mundo es mezquino, eso es lo que nos quieren hacer creer, para tener una nueva justificación en medio del caos, para que perdamos la esperanza… Conmigo la llevan cruda.
El aspecto que presenta el mundo esta determinado por el hombre. El hombre es bastante mezquino, agarrado, y desinteresado por el prójimo, tanto cercano como lejano. La gente, estos dirigentes, son hombres apasionados, y esa pasión consiste en jugar a vivir de ti. A esta gente le da igual Dios, no temen al infierno, arden en la excitación de saquear y sacar ventaja, y pensar en su culito, y sacar pecho. Saben que Dios a muerto, por eso agitan esa vieja bandera tan contentos, porque es muy divertido mofarse de los demás idiotas, y eso da una noción de superioridad que una vez toma el control del «yo», lo desfigura para siempre en vanidad, y en hogueras de vanidades. El pueblo, tal vez se lo merezca… los vendedores de material para treking, o como se diga, han llenado los montes de gente para vender botas de montaña… y subiendo un monte en Nepal, hay tantos escaladores, que se enfadan entre ellos. El ambiente de la mañana Nepalí se parece al de un atasco de tráfico en Madrid. Todos se cagan en todos. Nadie puede hacer nada, porque todos los hombres nadan en aguas turbulentas. Ama al prójimo como a ti mismo» termina en la loma de un monte en muy mala posición…
Sartre también hizo referencia en su momento a un fundamento similar, y Nietzsche, como no, le dio mandobles y cientos de vueltas a la idea de la muerte de Dios.Yo también discuto en parte la frase, como comentaba, aunque es muy cierto que prácticamente toda la ética social y todos los fundamentos y valores culturales parten por norma general más de una perspectiva religiosa que de un orden natural de las cosas. La necesidad de trascendencia se descubre que acompaña al ser humano desde las primeras excavaciones arqueológicas, más allá de sus motivaciones.Ay, Unamuno, el gran buscador de Dios y supuestamente tan ausente de fe, que aún en su lecho de muerte no sabía si era o no creyente. Leí la obra hace lustros y tengo recuerdos imprecisos, pero contundentes.
Pues ando desde el sábado con «Del sentimiento trágico de la vida» de Unamuno, y el insigne bilbaíno se hace eco de la misma frase que destacas: «si no existe Dios, todo estaría permitido». Aunque la discute. Es un libro acojonante sobre la fe en la fe (no la fe en Dios), como una necesidad derivada de nuestras ansias de inmortalidad. Si no te lo has leído, te aseguro que te va a gustar.A mí me está haciendo pensar, y mucho.
Como decía antes ¡menos mal que la justicia de Dios no se parece en nada a la nuestra, sino aviados íbamos! La justicia humana trata a todo el mundo igual, la de Dios y la de los generosos y misericordiosos lo hace según cada historia personal. «No critiques a tu hermano antes de haber andado diez lunas en sus mocasines».
¡Qué guay sentirme parte de la iglesia (cuya palabra griega significa comunidad) y ser feliz compartiendo valores y formas de entender la solidaridad y la fe en un grupejo modesto de una parroquia de barrio periférico y marginal!Yo tampoco disculpo, por eso condeno, algo que tampoco debiera hacer, que ya dijo Gandhi lo de odiar al pecado pero no al pecador. Si Dios nos tratara a cada uno según nos merecemos no se iba a salvar ni el tato, obviando evidentes distancias.
Justo en esa misma obra de Dostoievski a la que haces referencia, todo ella marcada de cabo a rabo por la libertad y la conciencia (algo por otro lado característico de su autor) y en el diálogo posiblemente más conocido entre Ivan y su hermano Aliosha el primero suelta aquello de «si no existe Dios, todo estaría permitido». Lo triste es que aunque exista Dios TODO está permitido, porque no hay mayor manipulación que la ejercida en nombre de la religión. Tenemos tanta facilidad en extraer de cualquier texto sagrado aquello que justifica nuestra forma de actuar que he llegado a presenciar discusiones e interpretaciones absolutamente delirantes.Lo que está claro es que cualquiera que pretenda revertir el orden establecido y luchar contra el poder va a encontrar el mismo camino de la cruz. Si un cristiano vive plácido debería plantearse con seriedad asustadiza si está haciendo lo correcto.
Vaya, el infierno está en el interior…es creernos Dios para destruirnos y destruir… todo lo que no es AMOR destruye!!! El Amor no busca aprovecharse…
La justicia de Dios no es la justicia de los hombres. CREO en Dios justo porque CREO en que ese DIOS es AMOR SIN INTERESES sino no sería justo… Porque igualdad no es justicia…Gracias Poverello
,
Qué guay no sentirme ya parte de la iglesia católica porque yo no les disculpo, ni les perdono, ni me da la real gana de pensar que Dios les perdonará…ojalá sí haya un infierno que les condene…( lo malo es que tampoco creo en eso, jod…) Demasiada tristeza y dolor están provocando para que ellos reciban misericordia. Lo siento, me voy por el lado de la venganza en esta ocasión. Pero no los quiero sólo en la cárcel, les quiero sin un duro, sin empleo y sin recomendaciones…ese sería su ideal infierno. quitarles su indigno modo de vida. En los barrios marginales de mi ciudad les querría ver yo viviendo…Ale, también me he quedado a gusto.
El humanismo cristiano, siempre tan necesario si es bien entendido. Lástima que, como escribió Dostoievski em aquel famoso pasaje de «Los Hermanos Karamazov», ahora El Gran Inquisidor no solo pasa de Jesús sino que incluso le condena a la hoguera…http://www.ciudadseva.com/textos/novela/graninqu.htm«Nosotros amamos a esos pobres seres, que acabarán, a pesar de su condición viciosa y rebelde, por dejarse dominar. Nos admirarán, seremos sus dioses, una vez sobre nuestros hombros la carga de su libertad, una vez que hayamos aceptado el cetro que -¡tanto será el miedo que la libertad acabará por inspirarles!- nos ofrecerán. Y reinaremos en tu nombre, sin dejarte acercar a nosotros.»