No, no soy terrorista ni he secuestrado a nadie para pedir un rescate, pero es que estoy ya un poco harto de buenos deseos y de peticiones. Los primeros porque son como las palabras que se lleva el viento, poco dignos de esfuerzo y de confianza, y las segundas porque parece que siempre tienen que venir después de un perdone usted que lo moleste.
Tampoco voy a exigirme nada a mí, por más que pueda sonar feo eso de poner condiciones a los demás y no meterse uno en el saco; lo que sucede es que en este saco ya está uno metido de entrada y lo que hace falta es que nos metamos todos y todas, de manera especial quienes lo cerraron a cal y canto con una cantidad de peña ingente dentro que está a punto de asfixiarse como no abramos pronto, aunque sea haciendo una milimétrica entrada de aire con un alfiler de punta roma.
Además, dichas exigencias son meridiana y notoriamente más fáciles de cumplir que aquellas típicas proposiciones no de ley de inicio de año resumidas en ir tres días por semana al gimnasio, empezar con la dieta, dejar de fumar o completar esa colección de la que siempre acabas comprando a la postre sólo el primer fascículo. Y bueno, son tareas más fáciles porque no dependen sólo de la buena voluntad y mejor fe, de la que solemos andar escasos los homo consumens, sino porque siendo tan dados a pensar en el dinero como el único dios verdadero que cantaba Sabina, hay pasta de sobra para cumplirlas.
Exijo pues:
- Que se lleve a efecto de una jodida vez el supuesto Pacto de Estado contra la Violencia Machista. Cuando escribo estas líneas ya son 48 (o 52, según quien cuente) las mujeres asesinadas en 2017 por el mero hecho de que a su macho alfa le ha parecido lo más conveniente, y siguen los de siempre dando vueltas al bolo alimenticio en la boca. 1.000 millones de euros en cinco años nos vendieron, que parece mucho, pero en realidad apenas es la mitad de lo que tiene presupuestado el Gobierno para la modernización de las Fuerzas Armadas sólo para 2018: 1.824.476.938,24 €. Nada, prioridades, porque no sé yo de quién y de qué me tienen que defender. En este país de farándula han muerto más mujeres a manos de sus exmaridos o exparejas a lo largo del año que personas por ataques terroristas (33).
- Que se cierren los CIEs, cuyas iniciales no simbolizan Centros de Internamiento para Extranjeros como nos quieren hacer creer, sino Cárceles Inmundas para Extranjeros. Hay otras formas de hacer política; en realidad, con reconsiderar un poquitín nuestras demenciales relaciones exteriores en África Subsahariana, en Siria o nuestros apoyos a la coalición que machaca Yemen tendríamos buena parte ganada sin vernos en la coyuntura salvaje de lanzar bolas de goma ni pegar palos a diestro y siniestro. Si tenemos en cuenta que la república independiente del PP y adláteres le vendieron armas a Arabia Saudí por unos 1.400 millones de euros en los últimos cuatro años, pintan bastos.
- Que se trate a los bancos, al menos, como ellos tratan a sus clientes, es decir, fatal, pero en este caso de manera justa y llevados por la legalidad. Entre pitos y flautas, estas caritativas entidades financieras sólo han devuelto la mitad del dinero cobrado por las clausulas de suelo abusivas, cifradas por el Banco de España en unos 3.700 millones de euros. Sin embargo, en el segundo trimestre de 2017 se han producido casi 17.000 desahucios, unos 185 al día, y echando un ojo de manera aleatoria a cualquier página de alquileres de pisos podemos apreciar nada cordialmente que los bancos tienen en venta más de 45.000 viviendas. Ni gente sin piso ni pisos sin gente para el 2018.
Tres exigencias son, ná de ná, que no quiero poner a nadie en un compromiso. Hasta el genio de Aladino lo tendría fácil, y estos a quienes exijo tienen bastante más pasta que un tipo que llevaba encerrado en una lamparita cientos de años cogiendo polvo. Lo malo es que su actitud es igualita a la del genio: hosca y impertinente.
FRATERNO 2018.
Supongo que el primer párrafo es sarcasmo, así que lo obvio 🙂 .
Respecto a lo de la modernización de las FF.AA. ya hemos debatido largo y tendido, y es dudoso que lleguemos a un mínimo punto de acuerdo, partiendo de la base de que la única necesidad que yo veo al respecto es que desaparezcan, porque ya sabemos lo que protegen, y como dijo aquel, lo de cambiar de modelo es como perfumar la mierda. Yo lo tengo claro: Objeción Fiscal a los gastos militares. Ni un céntimo para la guerra.
Eres muy generoso pensando que los políticos no saben lo que hay dentro. Eso se va a ver ahora con el supuesto suicidio de una persona migrante. Saben tan poco del tema como del uso de pelotas de goma en las fronteras o de que el Tribunal de la UE ha declarado ilegal las expulsiones en caliente, pero siguen llevándolas a cabo.
Soluciones para todo hay miles, de hecho, para lo que les interesa tardan lo justo en encontrarlas, lo que falta es voluntad política; por eso no pide¡o nada, lo exijo 🙁 .
Como siempre, muchas gracias por comentar.
El pacto contra la violencia machista es menos importante que contra el de terrorismo. La violencia es violencia y cuanto menos se parcele mejor. Pero es mejor poner etiquetas que eso nos gusta mucho y sobre todo a este gobierno aficionado al guano.
Estoy totalmente de acuerdo con que hay que modernizar las fuerzas armadas ya que sigue anclada en el franquismo. No tanto en la compra de material sino en el cambio de mentalidades y en la mejora del mantenimiento de los equipos.
Los CIEs es algo que habría que resolverse. Centro de llegada de inmigrantes es imprescindibles pero no cárceles y cárceles en cubierto. Habría que definir qué político debería ir a instalarse en un CIE para que se entere que no son centro de vacaciones. Además cursos educativos para volver a invertir en ayudas al desarrollo, educación y trabajos en origen. Trabajar en el desarrollo de los países del origen de inmigrantes para evitar ser captados por las malditas mafias. Claro que para eso habría que plantarle cara, de verdad, a todos estos países que siguen con el comportamiento imperialista. Sí, siguen reclamando tributos a las metrópolis e imponiendo sus políticas.
En este país de pandereta, bueno, reino de España, da lo mismo que lo mismo da cualquier cosa, cómo vamos a hacer que cumplan los compromisos internacionales si no son capaces de cumplir las leyes del reino. No debería venderse armas a países como Arabia Saudí, pero cómo lo arreglamos, cómo le hacemos ver que los números no pueden ser sólo números cuando de armas se trata.
Que los bancos paguen todo lo que deben, que pongan todas las casas vacías, que lleven cierto tiempo sin vender, como vivienda social. Como obligación para hacer cumplir esa Constitución que tanto defienden.
Ya puestos deberían limitar, reducir, eliminar o por lo menos regular las externalizaciones. Así, en defensa de la Constitución, podrían dar un trabajo digno y las empresas no podrían subcontratar un servicio subcontratado ya de por sí. Que los trabajadores tengan un mínimo asegurado de lo que los trabajadores fijos de la empresas tengan. Que esas empresas no puedan externalizar todos los procesos productivos y tuviesen que definir sus líneas de producción o tarea principal por las que deben mantener a dicha plantilla. Regular la predicciones al alza para que no se cumplan y así en dos años poder despedir. Que la regulación de todo esto sea automática y no necesaria la intervención de abogados y jueces que eternizan los procesos que generan estrés y empeoran la calidad y salud del trabajador, que al fin y al cabo es el que genera la riqueza productiva del reino de España.
Pues lo tiene chungo el 2018, porque a nivel personal no me puedo quejar del 2017. A nivel global no tendrá que esforzarse mucho 😀 .
Nos seguimos leyendo.
Exijo que las personas sean tratadas como tales y no como números o «sin papeles».
Exijo que lo mejor de 2017 sea lo peor de tu 2018.
Un fuerte abrazo amigo.
Nos seguiremos leyendo el año que viene 😉