«Tavarataivas» (2013)

tavarataivas

     Hay películas que da un poco igual si están o no bien hechas. La planificación, los encuadres, la fotografía… Daría lo mismo casi que estuvieran rodadas al completo en plano general, encuadre horizontal y la luz constante de las doce de un mediodía cualquiera y hasta vulgar. Hay filmes que dicen, que transmiten, que te hacen pensar y si es uno capaz de dejar de rastrear en su interior cinéfilo, aprende cosas importantes de la vida sin tener que esforzarse lo más mínimo. Por más defectos que tenga también la narración y no todo cuadre a la perfección como si fuese un cuadro de Velázquez.

     Un documental de un tipo de 26 años, Petri Luukkainen, rodado por él mismo y siguiendo sus propias peripecias a lo largo de un curioso año, lleva consigo todas las papeletas para gozar de las primeras e irracionales pautas técnicas, aunque exagero bastante, pero si en algo toca fibra es en la sección dos; esa de meterte los dedos y hacerte mirar las cosillas nimias que tienes en tu piso de tres al cuarto y que tanto necesitas.

     Como la premisa es sencilla y está explicada en cualquier sinopsis no va a hacer falta enrollarse mucho: chico joven que tras un chasco personal -le deja la novia, ¿qué si no?- se plantea qué cosas son las que necesita de verdad. Y tres normas para el experimento de 365 días:

  1. Mete todas sus pertenencias en un almacén-trastero
  2. Sólo puede sacar del almacén una cosa por día
  3. No puede comprar nada nuevo.

     Todas las pertenencias significa desde el portátil hasta los calcetines, con lo que Petri comienza el experimento social en pelota picada tumbado sobre el suelo de su piso diáfano de paredes blancas y espacios diáfanos.

     Como no es cuestión de jorobar el invento, tan sólo comentar grosso modo que da tiempo hasta para reflexionar sobre la obsolescencia, la economía solidaria e inventos varios. Puede resultar notoriamente imperfecta, pero es generosamente elocuente.