Salgo de mi letargo veraniego y vacacional para anunciaros la presentación oficial de mi segunda novela, «Yo, tú.. él», en el mejor espacio posible para una obra que trata sobre violencia machista y patriarcado: el Mercao Social La Tejedora de Córdoba.
Mi compañero militante Luis Begara hará las veces de presentador. Estuve un tiempo dándole vueltas al tarro, porque me resultaba extraño que en un acto de estas características estuviéramos de maestros de ceremonia dos varones y ninguna fémina y no acertaba a ver cómo reparar el entuerto; pero justo en ese momento me encontraba leyendo un interesante ensayo de Ritxar Bacete sobre masculinidades donde el autor se hacía eco de una frase del conocido teórico de género Michael Kaufman: «el machismo es un problema de los hombres que sufren las mujeres». Y es cierto, el machismo es un problema mío, y es un buen momento para dar pie a las masculinidades disidentes, al otro lado del espectro.
Estáis invitadas todas y todos.
Es normal que llegue un punto en el que podamos hartarnos de determinados temas recurrentes, aunque depende de muchos factores personales y «ambientales». Yo no me harto mucho porque veo aún mucho camino que recorrer en mi entorno, por desgracia.
Lo de centrarnos en la igualdad tiene sus peligros, porque podemos correr el riesgo de dar pie a Vox y sus voceros con el tema de la discriminación al varón por el mero hecho de serlo, como cuando insisten en la injusticia de que un hombre denunciado por violencia machista por su pareja pase de entrada 48 horas en el calabozo, aunque tampoco sea así, todo sea dicho: la última vez que una chica de mi barrio denunció a su marido a la policía (a principios de verano),el tipo no pasó ni tres horas declarando a pesar de que había testigos de las amenazas en un hospital público. Lo dejaron ir y esa misma tarde ya estaba en la puerta del piso con nuevas amenazas a ella y a los hijos. No conozco eso de que a un hombre se le discrimine, amenace, insulte o agreda por el mero hecho de serlo. Si es negro, gay, marroquí o pobre se le machaca por eso, no por ser varón. Como decía la famosa imagen, no hay igualdad sin justicia, porque partir de que todas somos iguales no tiene en cuenta el hecho de que hay personas que llevan un bagaje de discriminación desde que nacen y hay que legislar para defender sus derechos porque otras personas gozan de privilegios. Del mismo modo que una mujer blanca y heterosexual está menos discriminada socialmente que una afrodescendiente u otra homosexual o trans. De hecho algunas personas que se consideran feministas no se dan cuenta de estos privilegios e igualan a todas las mujeres.
Dicho esto, gracias por comentar y espero que la presentación vaya bien 🙂 .
Te deseo mucha suerte en la presentación. Yo estoy tremendamente saturado con esta temática. Yo de pequeño he defendido la igualdad. En los grupos de iglesia en los que estaba exponía mis ideas al respecto. Me he encontrado unas posturas agresivas contra mí de parte de hombres y mujeres.
Con el tiempo me enteré lo que es feminismo, y conmigo más gente. Pues más de una se sentía ofendida por que hubiera un hombre defendiendo los derechos de la mujeres.
La verdad, cuando hemos llegado al caso en el que la neolengua ha destrozado conceptos, por un lado, y búsqueda de nuevos términos para seguir llamando a lo mismo con palabras distintas he terminado hastiado.
Espero no ofenderte. He decidido explicar a mis hijos lo que es la igualdad, que no hay gente más igual que otra y que si se trata de atacar a uno, atacan a todos. Todos somos iguales y si el ataque es a una mujer o a un hombre, por su condición, es un ataque a todos. No son pocas veces los detalles machistas, violentos, represivos y ofensivos y los alertó para que no se convierta en paisaje.
Machismo, micromachismo, machismo heteropatriacado para mí es represión y violencia que debe ser atajado. Preocuparse se soluciones y no meditar en la etiqueta. En esas etiquetas veo como hay gente que lucha contra una etiqueta pero si me tocas otra ya no es cosa que va conmigo.
Espero haberme explicado y que el móvil no me la haya jugado.
Y como siempre que se pone uno a decir estas cosas debe decir que está en contra de todo tipo de machismo y tal, como si no lo dice es que está a favor. Cuando no es así. Esto es una simple muestra de lo ahogado que me siento con estos asuntos.