Complejo de feo

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PATRIARCHAL EDUCATION | by Christopher Dombres

    Dice el refrán popular aquello de que «cuanto más aprendo menos sé», que viene a ser la versión plebeya de la sabiduría socrática del «sólo sé que no sé nada» (aunque ahora, parece ser que a ese sólo no hay que ponerle tilde).

    Visto pues que, cuanto más feminista quiere ser uno más cuenta se da de las burradas, tanto propias como ajenas, del patriarcado y de los llamados micromachismos (que no sé a quien le dio por inventarse la palabreja de micromachismo, porque muchos micros hacen que la cosa sea más que macro y que retumbe el sonido hasta en las catedrales) me ha dado por dedicar un apartadito especial en el blog para entonar los meas y nostras culpas. Por ligeros y menudos que parezcan ser, porque de restarle importancia a lo cotidiano acaban siendo cotidianos verdaderos absurdos. Se aceptan aportaciones, y espero que las féminas puedan disculpar mi atrevimiento.

    El caso es que tengo complejo de feo. No es que lo tenga en realidad, lo sea o no, pero lo mismo sí que debería de tenerlo, y me explico. Mi pareja es bastante mona, para qué nos vamos a engañar, con su melena rizada como de tirabuzones sin permanente, y rara es la vez que al entrar en algún sitio repleto de varones o cruzarnos por la calle con algún conocido (o no tanto) alguno no salte con la coletilla:

    – Hola, guapa.

    – ¿Qué pasa, guapa?

    – Adiós, guapa.

    Pero a mí ninguno me dice nada. A veces mi jefa me ha dicho «adiós, bombón» (que debería de ir al oculista), pero no es lo normal, y decirle lo mismo a un mujer queda fatal: «adiós, bombona». Vaya.

    Lo malo del asunto es, a lo peor, tengo que explicarle al respetable el parrafito anterior, y decir que no es que el menda sea celoso, que no lo soy en absoluto y que si no fueran tan patéticas tales actitudes me partiría todavía más de risa. El temita es por qué los hombres de manera natural se dedican a lanzar supuestos apelativos cariñosos sólo a las damas en la ocasión que consideran más oportuna. «Hombre, es un piropo. A nadie le amarga un dulce».

    Vale, si es sin maldad ni nada ¿por qué no le dices lo mismo a un tío? ¿Por si creen que eres gay? Porque si se lo sueltas a una moza como si tal cosa será entonces para que se vea que eres un machote.

    Complejo de feo, ya te digo. Con lo apañao que soy.

8 comentarios en “Complejo de feo

  1. Lo del puritanismo (o lo pecaminoso) es a lo que hacían referencia Deneuve y resto de mujeres francesas ilustres en su manifiesto. Como advierto al final, el problema está en por qué lanzamos el piropo o la coletilla. Las mujeres, en el contexto del que hablo o con casi desconocidos, apenas lo emplean. Está fenomenal decirle a los demás las cosas bonitas y buenas que tienen, varones y mujeres, y no ir siempre dando detrás de las orejas con los errores, porque favorece la sana autoestima -como en el caso de hijes o sobrines-, pero cuando se hace, aunque sea de manera inconsciente, porque la otra parte es una mujer ya la cosa es bien distinta.

  2. «adiós, bombona» jajajajajaja ¡qué arte!

    Y esta entrada la comencé a leer y algo pasó que hasta ahora no me he puesto. Pero no pasa nada guapi, ahora lo hago.
    Ese guapi o guapa lo escucho habitualmente entre mujeres y, en ocasiones, a hombres. Pero mucho menos ya que esa coletilla, introducida en el comentario y que entiendo que es lanzado sin maldad (quiero pensar) puede ser interpretado de forma no inteligente por un varón.

    Dicen que el en las relaciones sociales el problema de la comunicación se encuentra en el receptor más que en el emisor. Me temo que en muchos casos es cierto, si estás con mala pipa mal interpretas todo. Aún así si lanzan miradas y piropos no es cosa de mala interpretación. Si bien es cierto, en todos los casos el problema está en la educación. Somos animales que no nacemos sabiendo y necesitamos educación. Si nos educan desde pequeño como machos alfa pues es lo que tendremos. Pero somos animales y por más educación que tengamos, hay que tener en cuenta que eso saldrá de alguna forma. En lugar de educar hasta ahora como machos y hembras que se «atraviesan» con miradas y comentarios o pasar al otro extremo de represión, deberíamos pensar en una educación igualitaria pero real. Mostrar esa atracción sólo hacia las personas de forma respetuosa y en los momentos debidos. Lo digo porque si no, el pensamiento de transgredir se hará fuerte y el de negar lo pecaminoso viene después y se convertirá en una liberación al principio y en un desastre después. ¿Te imaginas a las mujeres pasando por una obra y los obreros silbando? Sería como mandarles un mensaje de que son deseables sexualmente. O gritarles frases «más o menos acertadas» que muestran la poca educación y brutalidad. Donde va a parar tener a unas mujeres pagadas para que estén con poca ropa y usadas para el goce del rico.

    Así que guapetón, estoy contigo en ello pero tengo miedo de caer en «cierto buenismo» o ingenuidad y pasar a instalarse al lado opuesto del comportamiento y quedarnos como estamos pero más brutos aún.

    Por otro lado, yo reconozco que lanzo piropos a mis pequeños y sobrinos. Les da seguridad y sienten cariño. ¿Es malo o les acostumbro a ver como normales los piropos? No lo había pensado antes de este comentario.

    Eso sí, cuando me lanzan una mirada descarada o furtiva, suelo asegurarme de tener la cremallera subida. ¿Falta de seguridad? Posiblemente, no estaba seguro si me la había subido. ☺️

  3. Hola guapo!!! No hay cosa que me dé más rabia que el que te digan «guapa» y ni te cuento si me dicen » bonita». Pero ahora más todavia, se ha puesto de moda lo de decir guapa, tanto los hombres como las mujeres unas a otras.

  4. 😀 . Pues yo tengo vitro y bombona, ji. Todavía no puedo decirle adiós.

    Lo de los piropos lo tenemos normalizado, y eso hace que se acepte por mucha gente, pero que otra parte no lo haga. Y llegamos a puntos patéticos de interpretación que caen por su propio peso: si una chica va por ahí lanzando piropos en un pub seguro que es porque le va la marcha y quiere rollo, si lo hace el varón es porque es mu’ sano, No te jode. Claro, cristalino. Ellas o son salidas o mal pensadas, y nosotros buena gente y generosos.

    Lo de las fiestas y los bailes más de lo mismo. La mujer en los bailes, pasiva, no vayan a pensar que tiene decisión y la caguemos, y los hombres de macho alfa olfateando la situación de fulanita o menganita.

    Buena semanita también, compi Juan 🙂 .

  5. Bueno, si cada vez que nos reunimos me traes un «dulce», con todos sus ingredientes eco correspondientes no me enfado. Pero, claro, lo tendrás que hacer tú, y no Rosa 😀 .

  6. Oye, que razón veo en el ejemplo que has puesto, la verdad, pero, si en vez de recortar abogo por ampliar… ¿cómo lo ves? Así te quito el complejo y, a partir de ahora, recibirás tu correspondiente ‘dulce’ en cada encuentro que tengamos, incluido éste virtual, así que… «Adiós guapo» ;-P

  7. A mí lo de «adiós bombona» me suena más a que cambiaste la cocina de butano por una vitro…..pero bueno 😉

    Con lo de los piropos es algo de toda la vida y que así tenemos aceptado: continuamente ves comentarios entre mujeres diciéndose lo guapas que van hoy por la mañana.
    Entre hombres, como mucho, será para decir que te está saliendo barriga o te marcan los abdominales…vamos que se tiene asumido como algo normal.

    Es un poco como los bailes. Si vas a una fiesta es muy posible que veas mujeres bailando juntas en espera de que algún hombre las saque a bailar, pero si ves eso mismo con dos hombres, automáticamente piensas que son gays…

    Buenos días, y feliz semana, compa.

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