No creo yo mucho en los milagros (para ser católico) ni en el esfuerzo (para ser occidental), pero en navidad es uno capaz de creer hasta en les elfes.
No hay que perder nunca la solidaridad y la lucha por la justicia, así que no la pido para estas fechas, como si no importaran el resto del año, solo me dedicaré por una vez a felicitar con una memez, desenfadada y que nos haga simplemente desconectar de tanta pavada. Eso sí, de la monarquía me cuesta olvidarme, vaya.